domingo, 1 de julio de 2012

La ciencia de la felicidad


Tal Ben-Shahar, autor de una teoría que tiene como nombre “La ciencia de la felicidad”, es especialista en Comportamiento Organizacional y también en Filosofía y Psicología en la Universidad de Harvard, de la cual es profesor. Allí dictó durante años un curso sobre Psicología Positiva que fue, notablemente, el más concurrido en la historia de Harvard, con un total de 1400 estudiantes.


También dicta seminarios y cursos dirigidos a ejecutivos de empresas multinacionales, al público en general y a poblaciones en riesgo sobre tópicos tales como felicidad, autoestima, resiliencia y liderazgo, entre otros. Y es el autor de  best-sellers sobre su teoría.

Su curso “La ciencia de la Felicidad” ha sido objeto de divulgación en varios diarios y publicaciones, ya que han llamado la atención del público varias cuestiones en relación con este tema:

**En primer lugar, que exista en una universidad tan prestigiosa y antigua un curso sobre la felicidad.

**En segundo lugar, que una universidad de tanto renombre y tan apegada a los fundamentos tradicionales de la ciencia le otorgue importancia y estatus académico a la discusión sobre la felicidad, concediéndole la entidad de ciencia.

**Luego está el hecho, muy significativo por cierto, de que un curso sobre la felicidad tenga tal cantidad de concurrentes en una universidad donde la gente usualmente va a estudiar otras asignaturas.

**También hay que tomar en consideración que no se trata de un curso de autoayuda sino de una teoría que se basa en el rigor científico, lo cual lo hace más interesante.

**Finalmente, y esto es lo más fascinante, comprobar que tanta gente asiste a un curso para aprender a ser feliz.

El autor, Ben-Shahar, cuenta que en su juventud tenía dos frases de cabecera:

“Nada sustituye al trabajo duro” y “Cuanto más trabajo, más éxito tengo”.

En ese momento era un deportista profesional que trabajaba y entrenaba lo más que podía, exigiéndose más allá de sus límites. Jugaba al squash y había ganado torneos tanto a nivel nacional como internacional.


Su desmesura juvenil terminó en una lesión múltiple por fatiga muscular. Todo su trabajo, todo su esfuerzo se habían esfumado en un minuto. Nada de lo que había hecho parecía tener valor alguno, ya que no iba a lograr el éxito. Pero allí, en esa etapa dolorosa, descubrió los axiomas que rigen su teoría científica.


Él dice:

“La verdad es que SI QUIERES TRIUNFAR MÁS, DEBES EMPEZAR POR FRACASAR EL DOBLE y para ello debes comenzar por asumir las emociones que la derrota lleva aparejadas”.

Y continúa: “Hoy sabemos que la felicidad no es la culminación del éxito, sino sólo su inicio. Las personas que asumen la realidad de que son sólo seres humanos no aspiran a ser el más inteligente, guapo o rico, sino que APRECIAN LO QUE YA SON. Y son más felices. Y, a partir de ese bienestar, suelen tener éxito”.

Su teoría, basada en una cantidad innumerable de estudios científicos comprobables, describe algunas claves o ideas muy fáciles de llevar a cabo. La pregunta que hay que hacerse, según Ben Shahar, no es “¿Soy feliz o no lo soy?”. El planteo es, más bien: “¿Cómo puedo ser MÁS feliz?”

Relata también que cuando empezó a enseñar Psicología Positiva en Harvard, un estudiante le dijo: “Me fijaré en usted y si lo veo siempre feliz, me matricularé en su curso”. A lo que él respondió que si lo veía siempre feliz, era porque, o era un psicópata o estaba muerto. Porque sólo los psicópatas y los muertos no sienten nunca envidia, tristeza, dolor, celos… Y nunca fracasan.


Entonces ¿qué nos viene a enseñar su teoría?


El autor dice que nos puede dar pequeñas lecciones que fueron probadas científicamente y que funcionan. Las ideas son las siguientes:


1)   Aceptar nuestros sentimientos dolorosos. Es decir, aceptar que somos humanos y que podemos sentir dolor, ansiedad, tristeza, etc. Darse permiso para ser humano… ¡Verá qué alivio!, sostiene Ben Shahar. Sólo cuando deje de negar errores y de bloquear las emociones negativas permitirá que le afecten también las positivas. La vida es una sucesión de fracasos para poder tener algún éxito. Y la paradoja es que cuando aceptas el error, el dolor, la soledad; y las emociones que provocan: el odio, la tristeza, la envidia, los celos, la frustración…Y los dejas fluir sin intentar suprimirlos, sólo entonces dejan de ser “tus” emociones, para ser sólo emociones. Así se disuelven. Ser positivo no es ignorar o quitar importancia a la realidad, sino aceptarla.


2)   Realizar actividades que sean personalmente significativas y agradables. Algo que sea sólo significativo pero que no sea agradable, como por ejemplo un trabajo, no es suficiente. Puede servirnos para mantenernos, pero no nos da placer. Tampoco sirve realizar solamente una actividad que sólo nos dé placer, como por ejemplo comer chocolate.  No es suficiente tampoco. La intersección entre estas dos ideas es lo que nos va a dar más felicidad.


3) Tener en cuenta que la felicidad depende en su mayor parte de nuestro estado de ánimo, no de nuestro estatus o del estado de nuestra cuenta bancaria. Salvo circunstancias extremas, nuestro nivel de bienestar está determinado por aquello en lo que decidimos enfocarnos (la parte de la copa que está llena o la que está vacía) y por la interpretación que les damos a los eventos externos. Por ejemplo, ¿consideramos que el fracaso es catastrófico, o lo vemos como una oportunidad de aprendizaje?


4) Hacer ejercicio por lo menos tres veces por semana. La mente y el cuerpo deben estar conectados. Se han realizado diversos estudios en gente deprimida y el resultado más significativo es que “no hacer ejercicio es como tomar depresivos”.


5) Simplificar: no estar tan ocupado, ni hacer demasiadas cosas y después no tener tiempo libre. Eso implica desconocer nuestras limitaciones. Llenarnos de cosas no es bueno. Hay que simplificar la vida y dejar algunas ocupaciones.


6) Ser agradecido. Expresar gratitud, cuando sea posible. Muy a menudo damos por sentadas nuestras vidas. Aprender a apreciar y a "saborear" las cosas maravillosas que hay en la vida, desde la gente hasta la comida, desde la naturaleza hasta una sonrisa.


7) Dedicar tiempo de calidad a los seres queridos. 

Hasta acá las ideas. Ben-Shahar explica que él quiere tender un puente entre la autoayuda y la ciencia.  “Unir la accesibilidad y la diversión de la autoayuda con la rigurosidad y la sustancia de la academia", dice. Lograr un encuentro entre ambas que desafíe los preconceptos y prejuicios sobre qué es la felicidad.

¿Ustedes qué opinan? ¿Conocían la Teoría de la Felicidad de Ben Shahar? ¿Están de acuerdo con lo que postula? ¿Saben si en la Argentina existen cursos universitarios sobre la felicidad?

Como siempre les decimos, nos encanta saber qué piensan, qué sienten y escuchar lo que tengan para decirnos. 

1 comentario:

  1. La teoría de tal ben shahar, es muy interesante ya que la felicidad no se trata se solo éxito. Las personas que tiene mucho dinero satisfechas sus necesidades pero no son felices, la felicidad lo podemos encontrarlo en las cosas ordinarias de cada día y no necesariamente en cosas extraordinarias.

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