martes, 28 de mayo de 2013

Obituarios

Hoy quiero compartir con ustedes una reflexión sobre los obituarios. El obituario es una nota que intenta dar cuenta del significado de la vida de alguien. Generalmente los diarios o agencias de noticias tienen preparados los obituarios de personas famosas o influyentes para que luego de su fallecimiento, cuenten con una nota extensa y detallada sobre sus logros, sus aciertos y su contribución a la humanidad.
Se los conoce como obituarios pre-escritos que no es lo mismo que obituarios prematuros, que son aquellos que por error o mala fe, son publicados antes del fallecimiento de la persona en cuestión.
El conocido periódico estadounidense New York Times dijo en una oportunidad que disponían generalmente de un archivo de 1200 obituarios pre-escritos. Por su parte, el British Medical Journal anima a doctores y afiliados para que escriban sus propios obituarios para ser publicados a posterioridad del propio fallecimiento.
Yo no creo que nadie me pida alguna vez que escriba el mío. Lo cual considero que es una lástima, porque creo que pocas personas me conocen tan bien como yo. De todos modos decidí escribirlo respondiendo a algunas preguntas tales como la forma en que me gustaría que me recuerden, algunas cosas que quise y no pude hacer, mis mayores logros y conquistas, mis deseos para mis seres queridos y el mundo en general entre otras.
Y aunque parezca este un tema un tanto lúgubre en un espacio que le damos luz a las buenas noticias, créanme que no es así. Escribir un obituario es un poco resignificar la vida. Es verla desde la inmensidad del tiempo que, luego de nuestra muerte, deja de contar en horas, días y semanas y se mide en eternidad.
Porque si lo pensamos un momento, seremos en este mundo el recuerdo de otros. De esos otros a quienes todavía tenemos oportunidad de tenderle una mano, escuchar sus historias o abrazar con fuerza. Pensar en el día que no estaremos con ellos es un buen aliciente para decidirnos a promover ese encuentro.
Además, reflexionar sobre ese día en que ya no seremos parte del caótico devenir de la humanidad, nos ayuda a entender que los pequeños contratiempos de nuestro día a día no son más que eso, pequeños contratiempos. Nos hacemos problemas por tantas cosas que no valen la pena cuando las evaluamos a la luz de la dimensión de una vida, nuestra vida, en términos de toda la eternidad.
Ahora bien, dudo que mi obituario personal recién escrito y celosamente guardado vea la luz antes de tiempo. Fundamentalmente porque ningún diario o publicación tendría interés en publicarlo. Solo aquellas personas famosas tienen obituarios pre-escritos por los medios y no peco de falta modestia reconociendo mi relativamente ignota presencia por este mundo.
Pero hubo casos en los que sucedió que el obituario saliera por error antes de tiempo. El de Steve JObs fue muy conocido.  El 28 de agosto de 2008 el servicio de noticias de empresa Bloomberg publicó por error un obituario de Jobs de 2500 palabras. Aunque el error se rectificó inmediatamente, muchas agencias de noticias escribieron sobre él, intensificando los rumores sobre la salud de Jobs que ya se sabía públicamente deteriorada.

 Jobs respondió en el discurso de apertura de “Let's Rock” de septiembre de 2008 citando a Mark Twain: “Las noticias de mi muerte son muy exageradas.” En un acto posterior Jobs terminó su presentación con una diapositiva en la que se leía “110/70”, en referencia a su presión sanguínea, y dijo que no respondería más preguntas sobre su salud.
Natalia Peroni

viernes, 24 de mayo de 2013

La familia como riel

Hoy quiero hablarles de qué le pasa x la cabeza a un joven de 21 años cuando padece una enfermedad grave. Para esto quiero compartir con ustedes fragmentos de una carta que escribió el hijo de una amiga, Lucas de 21 años, que tiene cáncer. Dice así:
“Querida Familia y Amigos,
Hace poco me pidieron preparar un discurso para el equipo de rugby de mi hermano. Me pasé la semana pensando qué decirles para motivar al equipo, y me di cuenta que había tantas cosas que me gustaría compartir con esta familia tan unida que me apoyo tanto durante este proceso jodido que me toco vivir.” 
“La vida no te espera, ni te advierte de momentos difíciles que estén a la vuelta.  Sin embargo, la próxima cuadra puede ser muy distinta y ocultar obstáculos a los que nunca te habías enfrentado. Esta vez me toco a mí, pero en el futuro les puede tocar a otros. Quiero contarles todo lo que uno puede sacar y aprender de una situación horrible.” 
“Me encontré un tumor mientras estudiaba en la facultad. Fue un día muy triste para mí porque sabía exactamente qué significaba esa pelota que me encontré. Estaba asustado, embolado, desesperado, y confundido de todas las maneras que te podes imaginar.”
Lucas continua diciendo:”Pensé “típico, todo esta mierda me pasa siempre a mi”. Me esperaba pasar unos meses muy difíciles pero lo que nunca me imagine fueron todas las lecciones que se pueden aprender durante esos momentos. Muchos dicen que cuando estás perdiendo es cuando realmente te das cuenta de  lo que sos capas de hacer. Cuando uno tiene la espalda contra la pared es cuando más encuentra la fuerza de voluntad que lleva por dentro. Estoy hablando del carácter y la fuerza de levantarte y seguir caminando cuando la vida te pega una piña en la cara. Ese es el carácter necesario para enfrentar estas situaciones y es ese carácter que veo todos los días en mis amigos y familia.”
Continúa Lucas: “El otro día un amigo me pregunto qué fue lo que más te ayudo con la quimioterapia y yo sin dudar un segundo le conteste “mi familia”. Esta familia tan unida y estos amigos fueron mi fuente de fuerza. Siempre que pasé por una semana de quimio tenía un pariente o un amigo presente conmigo, todos dejando sus vidas de lado.”
“Hoy en día estoy eternamente agradecido por lo que me pasó. No solo me hizo más fuerte a mí, sino a mi familia y a toda aquella gente a mí alrededor. Todos eso simples actos de caridad son los que demuestra el amor de la gente hacia uno.”
Y termina diciendo Lucas: “Aunque no haya terminado el proceso aun, les quiero agradecer a todos. Es como enfrentas los obstáculos la parte importante. Quiero que cuando se estén cayendo y se les vayan las fuerzas de las rodillas que se agarren del riel que es la familia y se apoyen con todo su peso. Van a encontrar que cuando el dolor y la agonía está distribuido entre muchos de repente no te sentís tan pesado.”
Hasta aquí la carta. Impresionante como pocas. Y ustedes queridos oyentes ¿de qué riel se agarran? 
Vicky Detry

Vejez informática

Quizá ustedes, como yo, leyeron una nota titulada “Vejez informática” en un conocido diario de la semana pasada. Se trata sobre una nueva definición de vejez, aquella que tiene que ver con el uso de la tecnología. Me resultó paradojal el hecho de que la ciencia, por un lado,  haga tantos esfuerzos por alargar la juventud y por otro,  nos condene a una temprana categorización de senectud en cuanto a las costumbres tecnológicas de aquellos que hemos vivido más de 36 abriles.
La nota realizada por la consultora GFK recoge los resultados de un  “estudio, realizado a nivel nacional en enero,  (que) indagó el conocimiento y los hábitos de uso de servicios como mensajería instantánea, geolocalización, redes sociales y banca móvil, desde el celular. Y encontró que existe una fuerte diferenciación en el uso de los distintos servicios según la edad de los usuarios. Los adolescentes (hasta los 21 años) utilizan más los servicios de valor agregado en comparación con el resto, especialmente redes sociales y juegos. El e-mail desde el celular tiene mayor uso en edades intermedias (31 a 35 años) y las descargas de música e imágenes y los servicios de geolocalización son más utilizados por quienes tienen de 26 a 35. Mientras que a partir de los 36 años el conocimiento y el uso de los servicios móviles relacionados con Internet, disminuye.”
En 1977 se hizo muy popular Apple II, la computadora que un año antes Steve Jobs junto con un amigo de la adolescencia y socio llamado  Steve Wozniak, habían desarrollado en el garaje de su casa. El camino recorrido por quien llegó a ser uno de los hombres más influyentes de los últimos años desde ese garaje hasta el momento de figurar entre los empresarios más ricos de todo el mundo, fue enorme. Pero si lo medimos en tiempo, fue muy corto, ya que en la década de los ochenta Jobs ya era millonario.
Los que hoy tenemos más de 36 años nacimos antes de 1977. No crecimos con computadoras, conocimos los celulares a nuestros veintipico, de la geolocalización sólo sabíamos a través de un atlas o mapas de rutas, las redes sociales tenían más que ver con los clubes o los bares y la banca móvil hubiera sonado risible cuando ni siquiera había cajeros automáticos.
El progreso tecnológico resulta tan veloz para  los que nacimos antes de 1977 que, no habiendo mamado sus códigos, apenas los aprendemos nos los cambian. Y surgen nuevas aplicaciones, plataformas o soportes. Pero por favor no me pidan ahora una definición sobre qué significa exactamente cada una de estas palabras que les acabo de mencionar.
Pero sobre todo, estimados oyentes, los que nacimos antes de 1977 generalmente usamos anteojos. Escribir mails desde el celular, revisar el twiter, actualizar el facebook, buscar una dirección o consultar un número en la lista de contactos requiere el sencillo acto de buscar los anteojos para leer en una pantalla de dimensiones reducidas.
A mí personalmente me parece que ese es el principal obstáculo para que mi teléfono deje de ser solo un teléfono. Tiene una pantalla que cuando se prende despliega un montón de iconos que prometen solucionarme la vida. Pero no los veo bien y si estoy en la calle no me resulta cómodo usarlo.
Pero sentada en mi escritorio, elijo abrir la libreta de direcciones que todavía uso con un índice que tiene solapitas plastificadas con las letras del abecedario. Y busco un nombre, que quizá tenga tachados algunos teléfonos viejos, incluso cuando no llevaban el 4 adelante del número.

Si vos que me estas escuchando sabes de lo que te hablo, naciste probablemente antes del 77. Y quizá padeces de vejez informática, como yo. O quizá, usas lentes de contacto, o tenes la suerte de que no te haya alcanzado la presbicia y superaste uno de los principales obstáculos para usar tu celular como corresponde.
Natalia Peroni

12 tips de los expertos en amor, romance y relaciones

Hoy quiero comenzar este programa de la manera en que siempre lo termino, con una pregunta:
Ustedes, queridos oyentes ¿trabajan en el amor? ¿Rara mi pregunta no?
El caso es que estuve chapuceando por aquí y por allá, por los charquitos de internet como los llamo yo, y me encontré con un artículo escrito por Marlo Thomas que llamó mucho mi atención. Ella dice: “yo creo en el amor. Creo que es tan importante como lo es el aire y la comida que nos mantiene vivos. Pero como cualquier persona que haya estado enamorada alguna vez en su vida les diría, las relaciones requieren trabajo.”
Digamos que no es un concepto original. Ya lo sé. Se ha escuchado en varias oportunidades pero a veces asusta. A ustedes ¿no los asusta? Hay una idea demasiado generalizada del amor ideal de los cuentos y de las novelas. Y entonces trabajar en el amor suena desubicado en ese contexto. Pero, ¿y si estábamos equivocados? En los cuentos de hadas los príncipes matan dragones, libran batallas y vencen miles de obstáculos para lograr el amor. ¿Por qué pensar que una vez adquirido ese esquivo sentimiento,  para mantenerlo no hay que luchar a brazo partido?  Entonces Marlo Thomas nos ayuda con una serie de 12 tips que fue recolectando de expertos en amor, relaciones y romance:
1.   Cuando estén en pareja no tengan sexo sólo porque deben. Aviven el romance mandándose mensajes calentitos o déjense notitas
2.   A pesar de que tener citas más tarde en la vida no es fácil, puede tener sus beneficios. Uno se conoce más y también sabe mejor qué busca. Puede ser más complicado animarse a empezar pero puede tener un muy gratificante y saludable resultado.
3.   Cuando comenzamos una nueva relación y aun nos estamos seguros qué le podemos contar a nuestra pareja, puede ser divertido mantener un poco de misterio.
4.   Si usted y su pareja no llegan al orgasmo al unísono no desespere, la diversión no tiene por qué parar cuando uno de los dos termina.
5.   Si usted y su pareja están pasando por un momento de mucha rutina incorporen algo nuevo y simple para refrescar ese aburrimiento.
6.   Pare de repetirle cosas a su pareja todo el tiempo. Digale lo que quiere que haga, no lo vuelva a mencionar y después acepte que puede ser que lo haga diferente que usted.
7.   Recuerde que otras formas de intimidad pueden ser igual de estimulantes que una relación sexual.
8.   Demuéstrele su cariño al ser amado, olvídese de saludarlo de lejos cuando se va o de ni mirarlo cuando llega. Dense besos, abrazos y piropeense el uno al otro. Expresen sus sentimientos. 
9.   Pelearse puede ser parte de una saludable relación. Pero cuando se vuelven demasiado desagradables esas discusiones, asegúrese de mirar a su pareja a los ojos. Cuando uno mira a los ojos a alguien es mucho más difícil decirle cosas crueles de las cuales uno no se puede retractar después.
10.  Con el trabajo, los hijos y el resto de las actividades diarias que uno tiene es muy fácil dejar la vida amorosa a un costado. Eso es un error. Su relación romántica también debe ser una prioridad y hay que dedicarle tiempo.
11.  Probar cosas nuevas puede ser buenísimo pero también debe haber espacio para lo que ya sabe que funciona. Eso hace que uno se pueda relajar un poco y hay más posibilidades de satisfacción. Cambie un poquito los comienzos y después abóquese a lo que ya sabe hacer y que funciona.

12.  Muchos años de pareja no tiene por qué traducirse en poco sexo. 
Vicky Detry

La ruptura solidaria de los objetos


¿Ustedes creen que los objetos tienen alma? ¿O solo los seres humanos estamos dotados de voluntad, inteligencia y razón? Esta pregunta puede ser respondida con un no rotundo a favor del animismo, con una duda prudente o con la certeza de que no somos los únicos seres animados de este mundo.
“El animismo (del latín anima, alma) es un concepto que engloba diversas creencias en las que tanto objetos (útiles de uso cotidiano o bien aquellos reservados a ocasiones especiales) como cualquier elemento del mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra, determinados lugares característicos, rocas, plantas, animales, árboles, etc.) están dotados de alma y son venerados o temidos como dioses” [1]
En literatura, por otra parte, se entiende por animismo un tipo especial de metáfora que consiste en la atribución de vida a seres inanimados. En el lenguaje diario sobreviven algunas muestras de animismo que seguramente en su origen fueron fórmulas poéticas y que luego, por tan usadas, han pasado a formar parte del léxico común, es decir se han lexicalizado, y las empleamos sin advertir su antiguo carácter literario. Es lo que sucede cuando decimos que "las ideas nacen” o que "los ruidos mueren", por ejemplo.
Hasta hace un par de semanas hubiera contestado con un no rotundo sobre la posible existencia del alma en los objetos. Años y años de sostener una creencia que se desplomó cuando se me rompió la heladera, seguida del lavarropas y por último el celular. Todo esto en el lapso de un par de días.
Una querida amiga me lo advirtió la misma noche del primero de estos trágicos sucesos. Preparate y ahorrá, me dijo, porque los objetos se rompen solidariamente.
Esta solidaridad que comparten los electrodomésticos se hizo patente con el terrible deceso del lavarropas, luego de una larga agonía de ruidos y estertores metálicos. La heladera, recuerdo, había muerto silenciosamente. Y de pie, como lo imaginó Alejandro Casona para sus árboles.
Por supuesto recordé el consejo de mi amiga pero la simultaneidad de los hechos no me había permitido ahorrar lo suficiente. Me pregunté mil veces; ¿Qué códigos habrán utilizados semejantes moles blancas para comunicarse sin que me diera cuenta? ¿Se habrán sentido cansadas de funcionar día tras día sin una palabra de aliento, sin el más mínimo reconocimiento de mi parte por su labor? ¿Acaso las habré tratado mal, habré cerrado bruscamente sus puertas en el apuro de las tareas domésticas?
El celular nadando en una bacha de cocina llena de agua jabonosa fue lo que me terminó de convencer de que algo extraño estaba pasando. O al menos, permitirme dudar sobre la presencia del alma en aquellos objetos que nos rodean.
Si ustedes también tienen dudas y me permiten un consejo, comiencen a tratarlos mejor. Ponganles nombres, permítanse una caricia sobre sus frías superficies de aluminio.
Si como yo, creen que el alma es privativa de los seres humanos, por si acaso ahorren. Porque como dice el dicho las brujas no existen pero que las hay, las hay.
Natalia Peroni

sábado, 18 de mayo de 2013

El amor cuando duele


Hoy les propongo que hablemos sobre el amor cuando duele.
Un amor no correspondido es un sentimiento humano exacerbado y obsesivo de amor romántico, pseudo-sexual de un sujeto hacia otro y que no es recíproco, aun cuando esa reciprocidad sea profundamente deseada de parte del sujeto que anhela la correspondencia. En casos muy extremos pueden llegar a desarrollar enfermedades psicomáticas autodestructivas.
Esto puede desencadenar sentimientos tales como la depresión, ansiedad, y cambios bruscos de humor entre depresión y euforia.” Esta es la definición ascética y pulcra que nos ofrece Wikipedia de aquello que hace que se nos desorbite el cuerpo cuando nos pasa: el amor no correspondido.
No importa la edad, ni la raza, ni la religión. Cuando al que queremos no nos quiere la vida se torna inhabitable, seca. Pareciera que ya nada tiene sentido. Se han realizado muchos estudios científicos para tratar de encontrarle una cura a esta aflicción que muchas veces supera ampliamente la mera dolencia emocional para pasar a un padecimiento real, físico. Pero aún no se ha encontrado un método eficaz y se descree del que dice tenerlo. A un doctor en Córdoba estuvieron a punto de sacarle la licencia porque decía que podía curar el mal de amores.
El escritor Jorge Fernández Díaz dice a través de un personaje de su maravilloso libro “Corazones Desatados”  un texto que describe este pensamiento a la perfección:
“Porque uno se siente desnudo, atormentado. El amor es una celebración ¿vio? Pero sólo se puede celebrar de a dos. Cuando uno se entrega y el otro se refugia, mamma mía, parece que te arrancan la carne con una tenaza.”
Como se dice habitualmente, desde que el mundo es mundo que las personas sufrimos por amor. Las mejores y más reconocidas poesías son letras de emociones doloridas. “Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar” Becquer
“Es tarde. Sin embargo yo daría, todos los juramentos y las lluvias, las paredes con insultos y mimos, las ventanas de invierno, el mar a veces, por no tener tu corazón en mí, tu corazón inevitable y doloroso en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.” Benedetti
“Me darás lo más dulce y más amargo: 
una breve alegría, un llanto largo... 
sé que voy al dolor. Inútilmente.” Prilutzky Farny
“El verdadero amor”, pensaba el hombre, más no alcanzaba a comprender su pensamiento. Y nuevamente la punción le atravesaba el hueso y la viscosa sustancia inundaba su cerebro. “Se le ha venido el mundo abajo”, murmuraban sin mayor emoción sus allegados. “Quien no quiere sufrir no quiere amar.” Una sustancia viscosa se deslizó hacia su garganta ceñida por la garra de la sangre.” Julio Llinás.

Hay un blog que se llama “Mal de amores” y cuya autora firma simplemente como la Doctora Ivonne que dice que creó ese blog sin imaginarse nunca que iba a tener tantos adeptos. Dice “Aquí sólo encontrarás inútiles remedios y bálsamos para esta angustiante enfermedad” y después de dar una serie de recetas para sacarse este mal comenta: “No existen analgésicos para el dolor del corazón.  A quien le llegue, lo único que le queda es desmoronarse por un buen rato.”
Y aquí los dejo amigos, con el aroma a poesía descarnada volándome en el aire. Pensando en las veces que he leído estas poesías con el amor doliéndome en el cuerpo.
Y ustedes queridos oyentes ¿sufrieron de amor miles de veces? ¿les duele el amor en este momento?
Vicky Detry

Los líderes


Hoy les propongo una reflexión sobre la inspiración como cualidad fundamental de los líderes. Para ello voy a compartir con ustedes fragmentos de un discurso que pronunció el Presidente Theodore Roosevelt  en la Sorbona de París en 1910, cuyo nombre es “El hombre en la arena.”

“Conforme el país crece, su gente, que ha tenido éxito en tantas áreas, vuelve hacia atrás para tratar de recuperar las posesiones de la mente y el espíritu, que sus padres forzosamente hicieron a un lado con el fin de librar de mejor manera las primeras batallas duras por el continente que sus hijos heredarían. Los líderes de pensamiento y de acción buscaron a tientas su camino hacia adelante hacia una nueva vida, entendiendo, a veces poco, a veces con una clara visión, que la vida de ganancias materiales, ya sea para una nación o para un individuo, tiene valor solo como una base o fundamento, solo si es añadida a la elevación espiritual que viene de la devoción a ideales más elevados.

Hoy, les voy a hablar sobre el tema de la ciudadanía individual, un tema de vital importancia para ustedes, mis oyentes, y para mí y mis compatriotas, porque ustedes y yo somos grandes ciudadanos de grandes repúblicas democráticas. Una república democrática como la nuestra – un esfuerzo para realizar un gobierno de sentido pleno por, de y para el pueblo– representa el más gigantesco de todos los experimentos sociales posibles, aquel lleno con grandes responsabilidades tanto para el bien como para el mal. El éxito de repúblicas como la suya y la nuestra significa la gloria, junto con nuestra incapacidad para desesperarnos, de la humanidad; y para ustedes y para nosotros la cuestión de la calidad del ciudadano individual es fundamental.
 Bajo otras formas de gobierno, bajo el gobierno de un hombre o de unos pocos hombres, la calidad de los líderes tiene toda la importancia. Si, bajo tales gobiernos, la calidad de los gobernantes es suficientemente alta, entonces las naciones llevarán una brillante carrera por generaciones, y contribuirá sustancialmente a la suma de logros del mundo, sin importar cuán baja sea la calidad del ciudadano promedio; ya que este es.

Pero con ustedes y nosotros el caso es diferente. Con ustedes aquí, y con nosotros en nuestra propia casa, a largo plazo, el éxito o el fracaso estará condicionado en la forma en que el hombre promedio y la mujer promedio, cumplan con su deber, primero en los asuntos ordinarios de todos los días, y después en aquellas grandes circunstancias ocasionales que exigen virtudes heroicas. El ciudadano promedio debe ser un buen ciudadano si nuestras repúblicas van a tener éxito. La corriente no se elevará permanentemente más arriba que la fuente principal; y la fuente principal de poder y grandeza nacional se encuentra en el ciudadano promedio de la nación. Por lo tanto nos corresponde hacer lo mejor para ver que el estándar del ciudadano promedio es mantenido en alto; y el promedio no puede ser mantenido en alto a menos que el estándar de los líderes sea mucho más alto.


Dejen al hombre de entendimiento, el hombre de ocio letrado, tengan cuidado ante esa tentación rara y barata de posar ante sí mismo y ante los demás como un cínico, como el hombre que ha superado las emociones y las creencias, el hombre para quien el bien y el mal son uno. La manera más pobre de enfrentar la vida es con burla. Existen muchos hombres que sienten un tipo de orgullo torcido en el cinismo; existen mucho que se limitan a criticar la manera en que otros hacen lo que ellos mismos no se atreven a intentar.

No es el crítico quien cuenta, ni el que señala con el dedo al hombre fuerte cuando tropieza o el que indica en qué cuestiones quien hace las cosas podría haberlas hecho mejor.
El mérito recae exclusivamente en el hombre que se halla en la arena, aquel cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre, el que lucha con valentía, el que se equivoca y falla el golpe una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y sin limitaciones.

El que cuenta es el que de hecho lucha por llevar a cabo las acciones, el que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, el que agota sus fuerzas en defensa de una causa noble, el que, si tiene suerte, saborea el triunfo de los grandes logros y si no la tiene y falla, fracasa al menos atreviéndose al mayor riesgo, de modo que nunca ocupará el lugar reservado a esas almas frías y tímidas que ignoran tanto la victoria como la derrota.”

Hasta aquí el discurso. Y lanzo un suspiro queridos oyentes y quedo en silencio. Los dejo reflexionando y les pregunto: Y a ustedes ¿qué líderes los inspiran?
 Vicky Detry

Vivir sin furia


Hoy les propongo que hablemos sobre vivir sin furia. Hace poco me reencontré con la historia de vida de 2 personajes totalmente disimiles: Gabriela Arias Uriburu y Nelson Mandela. Encontré en sus historias un rasgo en común: vivir sin furia, y éste fue el disparador que me llevó a reflexionar sobre este tema.
Más allá de las anécdotas puntuales de la historia de Nelson Mandela,  este líder inspirador inigualable quiero detenerme en un hecho. El ex presidente de la república de Sudáfrica estuvo preso durante 30 años por sostener la igualdad de derechos entre los blancos y los negros.  Esta simple idea lo llevó a la cárcel. Mientras estaba prisionero tomó una decisión que para mi es la que lo salvó de tener una vida miserable: que nadie lo iba a conquistar. Su idea, su pensamiento, aquello por lo que él luchaba era más grande que él. La historia es conocida pero brevemente salió de la cárcel y al poco tiempo fue elegido presidente de la república y desterró por siempre el apartheid. Pero no decidió matar a sus enemigos, exterminarlos, poner bombas. Lucho desde la paz con la clara convicción de que un día iba a ganar, no sólo él sino esta idea de igualdad entre los hombres de diferentes razas. Y ganó. En 1993 fue nombrado Premio Nobel de la Paz
 Gabriela Arias Uriburu se hizo conocida en 1997 cuando sus hijos fueron  “secuestrados” por su padre Imad Shaban, un jordano a quien conoció en Guatemala. Desde entonces, luchó durante años para verlos. La justicia guatemalteca le dio la tenencia de los chicos a Gabriela pero el padre no obedeció al juez, secuestró a Karim, Zahira y Shariff y se radicó en Jordania. 

En 1999, la justicia jordana la reconoció como madre de los niños. En 2005, renunció a sus derechos, confió en la palabra de su ex marido y comenzó a visitar a sus hijos por fuera del acuerdo. Hace poco escribió un libro que se llama Vínculos donde cuenta cómo superó ese drama. Ella dice: “Se entiende desde otro lugar, cuando uno empieza a comprender que los hijos son otra cosa y que uno tiene que entregar todo por ellos y para ellos para lograr una resolución. La historia viene a abarcarme a mí, esto de resolver el futuro de mis hijos, la familia en los chicos. No seguir minándoles la vida y seguir despedazándolos”. 

“Cuando un papá y una mamá empiezan a pelear, cada uno desde sus propios intereses, despedazan al chico, lo destruyen”, agregó Gabriela sobre la separación de un matrimonio y destacó que “hoy la veo a la historia, nos veo a nosotros y es haber llegado al Everest, todos, incluido el papá de los chicos”. 


“Podemos hablar desde muchas capas que tiene la historia, desde lo político, lo diplomático, lo multicultural. Pero en lo personal, y en lo íntimo, es poder mirarnos a los ojos y que no haya dolor. Eso para mí es un milagro”, “Reconocer los errores de uno en el otro es exactamente el trabajo que yo hice”,

Estas dos personas que sufrieron un drama superaron su propio dolor y su enojo. Fueron más allá de eso, no quedaron atrapados rumiando odio. Decidieron incluir a sus supuestos “enemigos”. Perdonar y buscar adentro de ellos mismos. Y vivir sin furia y sin resentimiento hacia aquellos que los defraudaron o les causaron un mal. Hacer las paces con su historia y seguir adelante. Lo mejor estaba por venir.
Y ustedes queridos oyentes ¿pueden vivir sin furia? ¿Pueden perdonar a pesar de?
Vicky Detry

martes, 14 de mayo de 2013

Los objetos que nos representan


Hoy quiero compartir con ustedes una experiencia que viví hace unos días en un grupo de mujeres que coordino, con quienes me reúno una vez por semana para hablar de la Comunicación Saludable. En cada encuentro y entre todas, vamos construyendo nuevos saberes y reciclamos antiguas herramientas de las que dispone el alma, que siempre sirven para profundizar y renovar la vitalidad de nuestros vínculos.
En este encuentro particular sobre el que les cuento, les propuse a las mujeres que cada una pensara en algún objeto que la representara. Un objeto que ellas sintieran como parte importante de su identidad. Que las definiera en algún aspecto muy personal.
Hicimos unos minutos de silencio, con los ojos cerrados, para llevar ese objeto a nuestra mente y así poder conectarnos con su forma, su color, su textura, su sabor o cualquier otro rasgo que despertara nuestra memoria emotiva al evocarlo.
Después compartimos lo que habíamos pensado y sentido. Y así, entre mate y mate y en un clima de intimidad y complicidad que nos arrancó sonrisas, lágrimas, carcajadas y reflexiones de todos los colores, fuimos escuchándonos con absoluto respeto -lo cual forma parte de nuestro compromiso permanente en este taller de Comunicación Saludable- y conociéndonos más a través de los objetos que habíamos elegido.
Para una de ellas, el lápiz delineador de ojos, que llevaba siempre en su cartera, era un objeto sumamente preciado que le recordaba sus 12 años, cuando una amiga la había maquillado y ella se había sentido bella por primera vez en su vida; una vida que había sido marcada tempranamente por el sufrimiento. Con los ojos delineados y la mirada brillante, ella se miró al espejo y supo que esa nueva mirada sobre sí misma la ayudaría a erguirse y dar pasos firmes en el futuro. Así fue; por eso, tal como nos confesaba risueña,  hoy en día no sale de su casa sin el delineador.
Para otra mujer, el celular representaba el universo de sus vínculos más cercanos y queridos. Según sus palabras, el teléfono era el “lugar” donde habitaban sus seres queridos, todos juntos, más allá de las distancias físicas que en realidad los separaban. Ella nos explicaba que no necesitaba tanto llamarlos permanentemente, sino llevarlos consigo “dentro” del celular.
Yo les conté que hay un pequeño frasco de perfume que llevo siempre conmigo porque amo su aroma. Mi olfato es agudísimo, y si pudiera condensar algunas fragancias en botellitas, lo haría. Por ejemplo: el olor de la tierra mojada, el del viento antes de una tormenta, el del pasto después de la lluvia, el de algunas flores, como el jazmín, el de una prenda que se secó al sol, me llevan sin escalas a momentos intensos y significativos de mi vida. Algunos son recuerdos tristes y otros, muy alegres. Yo les decía a las mujeres que a todos los valoro por igual y todos me emocionan, porque cada uno de ellos forma parte de la trama con que fui tejiendo mi vida; y les recordaba también que esa trama es tan única e irrepetible como la de cada una de ellas. Sin cada hilo, sin cada nudo, no hubiera podido tejer la trama que me sostiene, me lanza al mundo cada día y me envuelve cuando necesito protección. De modo que bendigo mi olfato, mis recuerdos y mi trama, que es mi vida. Todas las mujeres se unieron a mi bendición e incluyeron en ella sus propias tramas.
Luego continuamos: el mate le recordaba a una de ellas la primera vez que había aprendido a cebarlo para sus abuelos, que no eran sus abuelos biológicos sino adoptivos, a quienes ella –ahora una mujer mayor- había amado con toda su alma, aunque la historia de su adopción había estado signada por el dolor y el abandono por parte de su familia de sangre.
A otra de las mujeres, los dos anillos que lucía simbolizaban la época en que sus manos habían constituido su gran orgullo por lo lindas y lozanas. La vida la había enfrentado luego con la dureza del trabajo en el campo, pero entre todas la alentamos a volver a dedicarles a sus manos un tiempo diario –aunque fuera muy breve- de cuidado y de amor. Ella vio que esto era posible y volvió a sonreír.
Queridos oyentes, hoy les propongo llevar esta experiencia a sus familias o a sus grupos de amigos. Es muy sencilla y les aseguro que es impresionante la profundidad de las vivencias que suelen salir a la luz en el contexto de un grupo donde la escucha atenta, la empatía y el respeto son los invitados de honor.
Y a ustedes ¿qué objetos los representan y por qué? 
Clarina Pertiné

Reflexión sobre Bertolt Brecht


Seguramente conocen esta frase equívocamente atribuida a Bertolt Brecht "Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí".
El autor de estas líneas en una versión aproximada, ya que se han transmitido oralmente, es Martín Niemöller, un pastor luterano alemán que las utilizo como parte de un sermón en Semana Santa de 1946 bajo el título ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?.
Pero Bertolt Brecht las usó en una de sus obras porque es un texto con el que imagino estaría de acuerdo. Todas las obras de Brecht están absolutamente ligadas a razones políticas e históricas y tienen un sobresaliente desarrollo estético. En Brecht se encuentran siempre unidos el fondo y la forma, la estética y los ideales.
Brecht que fue uno de los más influyentes poetas y dramaturgos del siglo XX. Desarrolló una nueva forma de teatro que se prestaba a representar la realidad de los tiempos modernos.
Además de conmover los sentimientos, obligaba al público a pensar; en las representaciones teatrales nada se daba por sentado y obligaba al espectador a sacar sus propias conclusiones. Hasta el fin de su vida sostuvo la tesis de que el teatro podía contribuir a modificar el mundo.
Brecht es el prototipo de intelectual revolucionario que ha tratado descifrar la realidad a través del arte. Y transformarla, porque la realidad podía y debía ser transformada y esto lo expresa brillantemente en su poema “No aceptes”, que dice así:
No.
No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar.
Silvio Rodríguez toma una cita de Brecht para la introducción de su tema “Sueño con serpientes” que seguramente conocen pero que vale la pena recordar: “Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles”.
Desde el primer momento, Brecth combatió al nazismo con su actividad y con su inteligencia: Dirigió junto a otros intelectuales, la revista Das Wort, que se distribuía desde Moscú, y que será una de las más importantes tribunas de la izquierda intelectual alemana.
Regresó del exilio en 1949 a Alemania del este. En 1955, Brecht recibió el premio Stalin de la paz y un año después falleció en Berlín del Este. Hoy quisimos recordarlo desde este espacio.
Natalia Peroni

Una reflexión sobre la autoayuda


Hoy les propongo que reflexionemos sobre la autoayuda.
La definición que nos ofrece el Free Dictionary en internet dice: “Ayuda que una persona se presta a sí misma, basada en técnicas de psicología efectiva y superación personal, para controlar la ansiedad, recuperar la autoestima, desarrollar la personalidad, lograr el éxito profesional, etc.”
Debo reconocer que el concepto de autoayuda siempre me produjo un pequeño escozor en el estómago, una cierta desconfianza. Asociaba la autoayuda con frases tales como “Tú puedes”, “Cree en ti mismo y lo lograrás.” Me sonaban a recetas prefabricadas. Frases publicitarias para vender libros vacíos de contenido.
Hace poco leí una entrevista que le realizaron al Lic. Gabriel Rolón sobre este tema. El dice: “Descreo totalmente de eso que se llama autoayuda. Si algo ha venido a descubrir el psicoanálisis es la existencia del inconsciente, lo que hace que debamos reconocer que siempre estamos atravesados por algunas ambivalencias, que queremos y no queremos la misma cosa. Plantear la idea de autoayuda es pensar que esto no existe, que alguien tiene solamente un “yo” que puede tomar una decisión consciente y llevarla adelante sólo a fuerza de voluntad.”
En este punto podríamos estar de acuerdo. Si pensamos, por ejemplo, en una persona que no tiene trabajo y le decimos que sólo con su fuerza de voluntad lo va a conseguir. Es claro que hay cosas que no dependen sólo de la voluntad.
Ahora bien, el concepto mismo de autoayuda parece un contrasentido. Auto - ayuda sería una ayuda que uno se imparte a sí mismo pero la realidad es que es una ayuda que viene desde afuera de uno mismo. A través de una historia de superación que leemos en algún libro o de una charla que escuchamos o de una técnica que alguien nos trasmite. En definitiva es creer en que algo o alguien nos va a dar una solución para un problema que tenemos.
Aquí es donde empecé a entender que la autoayuda se relaciona con la fe. Entonces busqué la definición de fe: “Creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón”  Pero también “Confianza en el éxito de alguien o algo”, “Testimonio, aseveración de que una cosa es cierta”, “Promesa”.
Miles y miles de personas leen libros de autoayuda. Existen millones de publicaciones sobre el tema. Personas de los más diferentes estratos sociales las consumen y de las más diversas ideologías. Tanto personalidades de renombre como el simple hijo del vecino pregonan teorías diversas basadas en este concepto. Pero, sería poco serio, queridos oyentes, que yo en este punto les dijera “tantantantan, millones de moscas no pueden estar equivocadas.”
Entonces vuelvo a la fe. Concuerdo con la teoría del Lic. Rolón y digo “La voluntad no mueve montañas”. Pero la fe si las mueve. O por lo menos eso es lo que creemos la mayoría de los seres humanos. Y entonces salimos desesperados a comprar esas teorías que nos venden personas en las cuales creemos, o, en las que queremos creer. No importa.
Necesitamos recetas y técnicas que nos den soluciones, que nos calmen la angustia, que nos resuelvan nuestros problemas. Pero, fundamentalmente,  necesitamos tener fe en que esa autoayuda nos va a dar la solución, nos va a calmar la angustia y a resolver nuestros problemas. Es una promesa de superación. Tener fe en que lo que viene, va a ser mejor.
Y ustedes qué opinan queridos oyentes ¿los ayuda la autoayuda?
Vicky Detry 

El humor de Macedonio Fernández


Hoy les propongo recordar a un excelente escritor argentino, Macedonio Fernández. Vio cambiar el siglo en una Buenos Aires en la cual se gestaba una generación literaria prolífera. Junto a ellas, participó activamente en la redacción de revistas de la vanguardia artística como Martín Fierro, en la cual colaboraba un Borges recién llegado de Europa.
Escribió novelas, cuentos, poemas, artículos periodísticos, ensayos filosóficos y textos de naturaleza inclasificable. Ha ejercido una gran influencia sobre la literatura argentina posterior. Recurría con frecuencia al humor en sus escritos. De hecho, se publican en 1944 sus notas sobre un trabajo titulado “Para una teoría de la humorística”.
Cuando en 1920 muere su esposa, sus hijos quedan al cuidado de abuelos y tías. Abandona la profesión de abogado. Y dice así; “De la Abogacía me he mudado; estoy recién entrado a la Literatura y como ninguno de la clientela mía judicial se vino conmigo, no tengo el primer lector todavía”.
Jorge Luis Borges, muy joven, redescubre a Macedonio con quien comienza una prolongada amistad. Cuatro décadas más tarde prologa una antología de las obras de Macedonio con estas palabras “En el decurso de una vida ya larga he conversado con personas famosas: ninguna me impresionó como él, o siquiera de un modo análogo”.
Macedonio vivía desinteresado de las críticas ajenas, de confirmaciones o refutaciones exteriores. Decía de sí: “Soy flaco y más bien feo. En cuanto a mi salud, ni un boticario hijo de médico y casado con partera la tiene peor. Tengo un lote de enfermedades, pero creo que con una me bastará al fin. No las combato porque no sé cuál es la que necesitaré mi último día”.
Vivió gran parte de su vida con muy pocos recursos, entre la ciudad y el campo. Con mucho humor escribía sobre su precaria situación económica “… empleo no consigo ninguno, aunque desde muchos años lo solicito; y seguiré hasta que sean 25 años. Entonces me jubilaré de pedirlo”.
Yo creo que existe una similitud en el uso del humor entre Macedonio Fernández y Borges. A propósito de este último, hay una anécdota bastante conocida, relatada en un artículo de 1999 del diario La Nación sobre “Borges y el humor” de Isidoro Blaisten. EL escritor se “encuentra dictando una clase en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires cuando un muchacho irrumpe en el aula y le dice que debe irse porque una asamblea estudiantil ha decidido que, desde ese momento, se suspendan todas las clases. Después de un agitado cambio de opiniones, el estudiantes amenaza “-Vamos a cortar la luz” y la respuesta de Borges “-Yo he tomado la precaución de ser ciego”.
Ambos autores disfrutaron de una muy buena amistad. Me gusta imaginar que el humor era un rasgo que compartían, esa costumbre que tenían ambos de apelar al absurdo y presentarlo en tono serio.
Termino con una carta de Macedonio Fernández para Borges: ”Querido Jorge Luis: Tienes que disculparme no haber ido anoche. Soy tan distraído que iba para allá y en el camino me acuerdo de que me había quedado en casa. Estas distracciones frecuentes son una vergüenza y me olvido de avergonzarme también… Muchas de mis cartas no llegan, porque omito el sobre o las señas o el texto. Esto me trae tan fastidiado que rogaría que se viniera a leer mi correspondencia en casa”
Macedonio Fernández fue un escritor que sin hacer absolutamente nada, era capaz de permanecer solo por horas. Pensar -no escribir- era su más preciada tarea. Aunque también solía, en la soledad de su pieza, o en la turbulencia de un café, abarrotar hojas con letra prolija y minuciosa. Que luego no publicada porque no le asignaba valor a la palabra escrita. Celebremos que otros hayan recuperado sus papeles. 
Natalia Peroni

Perros de servicio


Hoy les propongo que hablemos sobre los perros de asistencia. Estos perros son aquellos entrenados para ayudar y asistir a una persona con discapacidad.
Se me ocurrió compartir con ustedes este tema por una nota que leí en la revista de César Millán, el famoso encantador de perros. Contaba sobre una adolescente de 17 años que padece una enfermedad llamada Lupus. La misma le ataca los órganos internos, y en el caso específico de ella, el sistema cardiovascular. El cardiólogo les recomendó a los padres de la adolescente que le compraran un perro de asistencia, más específicamente un galgo ya que los mismos son  ideales para este tipo de enfermedad. El perro está constantemente con ella y se da cuenta antes que ella cuando está por tener un problema cardíaco y le avisa. Si bien son perros entrenados es su instinto lo que utilizan.
Hay seis categorías de perros de asistencia:
Perros guía: son adiestrados  para guiar a una persona con discapacidad visual o sordo-ciega
Perros de señalización de sonidos: especialmente entrenados para personas sordas.  Les avisan de sonidos cotidianos y los conducen a su fuente de procedencia. También los alertan con las alarmas.
Perros de servicio: adiestrados para prestar ayuda a personas con alguna discapacidad física en las actividades de su vida diaria.  Asistencia para la movilidad, petición de ayuda mediante teléfono o sistema de comunicación exterior, etc. .
Perros de aviso:adiestrados para dar alerta médica a las personas que padecen epilepsia, diabetes, etc.
Perros para personas con trastornos  autistas: adiestrados para cuidar la integridad física de las mismas, guiarlas y controlar las situaciones de emergencia que puedan sufrir.
Perros incluidos en proyectos de terapia asistida con animales de compañía: destinados a visitas a hospitales, centros geriátricos, pisos tutelados, centros personas con discapacidad, viviendas particulares, etc.
El sitio web de Canix, que es el Instituto Canino Europeo, cuenta que en EE.UU. se han hecho estudios científicos que demuestran que muchos disminuidos físicos, después de obtener un perro de servicio, se vuelven capaces de tener un empleo de media jornada o de estudiar. Además demuestran que se reduce entre un 60 y 70% el tiempo que las personas necesitan asistencia de otras personas al tener un perro ayudante.
¿Qué puede proporcionar un perro de servicio?
Independencia, facilidad en el proceso integración en la sociedad, auto confianza, amistad y afecto.
¿Qué sabe hacer un perro de servicio?
Estos perros tienen un nivel de obediencia tan alto que le permite a una persona en una silla de ruedas siempre controlarlo. Puede llegar a obedecer más de 90 órdenes diferentes que se dejan combinar de muchas formas, de manera que el perro puede llevar al cabo muchas tareas diferentes según la necesidad que tenga la persona recibidora. Estos son algunos ejemplos:
Abrir y cerrar roperos, cajones, puertas, incluida la de la heladera. Prender y apagar luces. Levantar cosas del piso. Empujar, arrastrar, y tirar cosas. Arrastrar sillas de ruedas sobre distancias cortas. Apretar botones difíciles de alcanzar. Llevar cualquier cosa en la boca. Recoger cosas de estantes, p.ej. en el supermercado. Colocar cosas en una canasta y transportarla. Pagar en una ventanilla o sobre un mostrador. Reclamar ayuda. Hacer la cama. Ayudarle a una persona a quitarse la ropa incluidos los cierres y los zapatos con cordones. Clasificar la ropa para lavar. Llenar y vaciar el lavarropas.
Finalmente, dice el sitio web,  cada perro sabe algunos juegos a jugar con su amo para reforzar todavía más la amistad incomparable y duradera creada entre el amo y el perro. A lo que agrego, siendo dueña de un perro, hacer la vida más felíz.
Vicky Detry

Belleza y alienación


Ideal de belleza y alienación
Ustedes se pusieron a pensar alguna vez en los cánones estéticos que imperan actualmente en la sociedad? Hoy les propongo repensarlos a partir de la evaluación y  autoevaluación que hacemos de las personas a partir de la apariencia física.
Para Castoriadis, psicoanalista y filósofo griego contemporáneo,  la institución es “una red simbólica, socialmente sancionada, en la que se combinan, en proporción y relación variable, un componente funcional y un componente imaginario”. Aquí aparecen tres elementos importantes que deberíamos dilucidar: lo simbólico, lo funcional y lo imaginario. Lo simbólico es la dimensión lingüística, tiene que ver con el lenguaje.
Lo funcional se relaciona con la dimensión instrumental de las instituciones, con su para qué. Por último, lo imaginario se relaciona estrechamente con lo simbólico pero no se identifica con él.
Lo importante es que lo imaginario, a diferencia de lo simbólico que implica un componente real/racional, se separa de lo real. Por ende, en el plano de las instituciones, y en este caso nos estamos refiriendo a la institución “belleza”, Castoriadis opone lo imaginario a lo funcional, como aquello que no responde a necesidades reales de los seres humanos sino que parece escaparse a toda racionalidad de medios y fines.
Este predominio de lo imaginario por lo simbólico es lo que para Castoriadis supone la alienación del individuo.  Esto es, el olvido del acto que dio origen a lo imaginario instituido, de modo que cobra realidad propia e independiente de toda funcionalidad, lo que significa que lo imaginario, que tiene sus raíces en prácticas sociales, se naturaliza y se vuelve incuestionable.
Y bajo este análisis quizá podamos comprender mejor algunas consecuencias que surgen en aras de la búsqueda de ciertos modelos de belleza, como la flagelación del propio cuerpo, a partir de una imagen degradada del mismo, o la discriminación de otra persona por su aspecto físico.
Lo que queremos destacar con estas observaciones es que la apariencia física es un criterio de valoración, tanto de la propia persona como de otras. Ahora bien, este criterio supone partir de ciertos parámetros para determinar lo que es una buena o una mala apariencia. Existen en estas valoraciones un conocimiento implícito de lo que es bello y de lo que no lo es. Pero lo más importante es que muchas veces los juicios estéticos parecerían tener carácter apodíctico en tanto hay personas de las cuales no se podría discutir su belleza o fealdad. Pensemos en ciertos actores o actrices que atraen la atención de las revistas y programas llamados “de chimento”, aquellos pueden gustar más o menos a cada persona, pero no se dudaría de su belleza. Esto parecería dar cuenta de un cierto ideal de belleza, absoluto y por ende incuestionable, que regula las acciones y juicios de las personas. Habría ciertas características que conformarían el tipo de la persona bella, de modo que alguien es más o menos bello de acuerdo a su proximidad con ese tipo o ideal.
La pregunta que esto plantea es: ¿quién establece este ideal de belleza a partir del cual se establecen los juicios estéticos?. Los cánones estéticos de una sociedad conforman una institución estética que los regula  la cual en distintas épocas se manifiesta y reproduce de distintas maneras.
Revistas, desfiles de moda, programas de televisión: son todos ámbitos en donde se definen el ideal de belleza humano. La asociación entre belleza y felicidad induce a las personas a valorarse a si mismas a partir de los ideales impuestos por la institución estética y a buscar acercarse a el. Los medios de lograr este acercamiento están disponibles en el mercado, listos para el que tenga dinero suficiente para adquirirlos. Lo trágico del asunto es que si, por ejemplo, consideramos a la ropa como uno de estos medios, vemos lo efímero que pueden llegar a ser, ya que lo que esta de moda cambia rápidamente, de modo que “estar a la moda” implica una carrera interminable de adquisición de productos distintos cada cierta cantidad de meses.
Lo que queremos decir con todo esto es que, en tanto las personas asumen como evidentes y naturales los parámetros de belleza que se les impone desde el mercado y regulan sus acciones y juicios a partir de los mismos, estamos ante una alienación de los individuos en la institución estética. .
Por suerte, como dice Castoriadis, siempre hay lugar para la libertad humana a partir de la cual es posible substraerse a la determinación, a veces tiránica, de ciertas instituciones.
Natalia Peroni