Les propongo que
hoy hablemos sobre moda sustentable.
Quizás ustedes
se pregunten qué significa este concepto. Bueno, enseguida lo van a saber; pero
antes quería contarles un detalle pintoresco sobre la moda femenina en épocas
pasadas.
Resulta que en
la década de 1830 y 1840 las mujeres porteñas usaban peinetones tan altos y
anchos en sus cabezas, que los transeúntes tenían que cederles el paso al
cruzarse con ellas, porque si no lo hacían, corrían peligro de salir lastimados
al chocar con aquellos enormes adornos para el pelo hechos generalmente de
carey.
Hoy en día, con tanto auge
de la tendencia minimalista, nos resulta difícil imaginarnos algo tan poco
práctico. ¡Pero sin duda obligaba a los hombres a mostrar una actitud
caballerosa hacia las mujeres, aunque el verdadero motivo fuera la
supervivencia!
Y ahora sí, vamos a la moda sustentable,
que es ni más ni menos que una moda consciente del impacto ambiental negativo
que puede generar la producción textil tradicional, ya sea por los materiales
que se utilizan para su fabricación (nylon, poliéster, rayon, etc.) como por
los colorantes. Estas sustancias suelen contener metales pesados que contaminan
el agua y afectan la salud.
Pero la buena noticia es que existen nuevas
iniciativas sustentables en la moda que promueven la confección de prendas de
algodón orgánico, lana o fibras naturales. Son muchas las marcas que están
incorporando materiales biodegradables en sus prendas.
¿Cuáles son
los beneficios de usar ropa sustentable?
La ropa
sustentable:
* Es amigable con la Tierra, ya que
proviene de cultivos sin pesticidas ni tóxicos, y con las personas, porque se
preocupa por el comercio justo.
* Es más duradera. Se hace con calidad para
que dure más tiempo y no se necesite comprar prendas nuevas tan frecuentemente.
* Sus cuidados son más simples. Cuidar de
estas prendas resulta más económico y sencillo: sólo se necesita lavarlas con
un detergente que no dañe al ambiente y secarlas al sol.
* La moda sustentable utiliza también
productos recuperados y reciclados.
* Además, para el packaging del producto,
algunas marcas introducen la alternativa de bolsas de papel reciclado o
envoltorios que no tengan impacto ambiental.
* Entonces: como
consumidores podemos involucrarnos y hacer nuestro aporte a la responsabilidad
social leyendo, por ejemplo, las etiquetas que acompañan a la ropa que
compramos para saber con qué materiales ha sido confeccionada.
*Si esa
información no figura en las etiquetas, podemos dar un paso más y ponernos en
contacto con la marca de la ropa que adquirimos para sugerirle que incluya esa
información. Como siempre, si nos unimos para reclamar algo, tendremos más
posibilidades de obtener una respuesta satisfactoria a ese reclamo.
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