domingo, 9 de septiembre de 2012

El juego de la paz mundial


Hoy les propongo que hablemos sobre la paz mundial. ¡Hmm! Parezco una postulante a un concurso de belleza pero les juro que no es el caso. ¡Ja!
En esta oportunidad me voy a referir a un talentoso y varias veces galardonado maestro, oriundo de la ciudad de Virginia, en Estados Unidos, cuyo nombre es John Hunter. Él inventó un juego para niños llamado “El juego de la paz mundial.”
Ustedes seguramente se preguntarán ¿qué tiene de novedoso? ¿De dónde le surgió esta idea? ¿Para qué? Bueno, aquí viene lo interesante. Este hombre ha dedicado su vida a ayudar a los niños a descubrir todo su potencial.
Cuando cursaba en la universidad, viajó y estudió Religiones Comparadas y Filosofía en Japón, India y China. Y fue específicamente en la India, cuna del gran Mahatma Ghandi, donde se sintió movido a adentrarse más profundamente en el pensamiento referido a la no violencia, que cultivó  este inolvidable hacedor de la paz. Allí comenzó a pensar de qué forma podía contribuir, a través de su profesión, a lograr la paz mundial.
Sabiendo que ignorar la violencia no haría que desapareciera, ¿cómo podría enseñar acerca de la paz en un mundo donde la violencia ocurre a diario? En primer lugar, aceptó esta realidad y partió de ella. Decidió buscar maneras de incorporar la armonía en diferentes situaciones.
Y lo más interesante fue que optó por que esta exploración tuviera lugar en forma de juego, algo que los estudiantes disfrutan mucho. Durante este juego serían desafiados, y al mismo tiempo podrían utilizar habilidades de colaboración y de comunicación.
En 1978, en el colegio  Richmond Community High School, el maestro John Hunter realizó la primera sesión de su “Juego de la paz mundial.” Como él mismo lo explica, “este juego se trata de aprender a vivir y a trabajar de manera confortable en lo desconocido.” Su premisa es que los niños son capaces de mucho más de lo que usualmente les pedimos que hagan.
En el juego de mesa que inventó y que se ha vuelto enormemente popular,  los participantes tienen que intentar resolver conflictos políticos, sociales, de medio ambiente y económicos, pero para eso deben decidir por sí mismos de qué manera lo harán: si mediante la negociación, la amenaza, el uso de la fuerza o el consentimiento.
Y dado que el mundo real es muy complejo, en este juego se desafía a los participantes con estados de situación complicados y ambiguos, para que los niños aprendan a pensar creativamente en situaciones poco claras donde hay muchos matices y numerosos dilemas.
El maestro John Hunter lo presenta de manera humorística. Cuando comienza su clase del “Juego de la paz mundial”, les dice a sus alumnos: “Bienvenidos a la clase del “Juego de la paz mundial”. Lo lamento, pero hoy se van a tener que divertir.”
Finalmente, después del éxito descomunal que ha tenido el juego en la enseñanza, en el año 2010 se creó una Fundación que lleva el nombre del juego. Para explicar su misión, dice lo siguiente:
“La fundación busca instaurar el concepto de paz, no como un sueño utópico sino como una meta alcanzable y por la cual luchar, y para estimular la creación de herramientas que ayuden a este esfuerzo. Sostiene como concepto el desarrollo de habilidades para la colaboración y la comunicación para resolver y transformar conflictos. Y, además, el  desarrollo de habilidades tendientes a acordar posiciones mientras se van acomodando las diferentes perspectivas e intereses.”
¿Ustedes qué opinan, amigos? ¿Creen que es posible que nuestros niños aprendan a construir la paz? ¿Están dispuestos a hacer algo para acompañarlos en este proceso? ¿Se sienten capaces de hacerlo en forma creativa?
Vicky Detry

1 comentario:

  1. ¡Hola! muchas gracias por este interesante artículo. ¿En qué año más o menos el profesor Hunter desarrolló este juego?

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