viernes, 22 de marzo de 2013

Nuevas mujeres


Hoy quiero compartir con Uds. los resultados de una investigación del El Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Argentina de la Empresa sobre las mujeres de hoy, sus hábitos y comportamientos, como eso se traduce en los diferentes tipos de parejas y como evalúan ellas el hecho de formar (o no) una familia
La mujer de hoy posterga la maternidad, tienen mascotas, no resigna los viajes ni los consumos. Prioriza la independencia económica, la carrera profesional, y prevalece la libertad absoluta por sobre otras cosas.
El Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) realizó una investigación de campo entre profesionales de 25 a 45 años, con nivel terciario y/o cuaternario,  y se alcanzó la conclusión de que hay una notable baja de nacimientos dentro de este grupo etario dada la mayor importancia que especialmente la mujer otorga a su desarrollo de carrera y a su independencia económica.
Se detecta que tanto ellas como los hombres privilegian su propio bienestar económico y su libertad, renunciando o postergando al deseo de tener un hijo a pesar de tener pareja estable.
La representación social de la mujer no queda ya asociada a la de “madre” como en la Modernidad. Ahora, las imágenes que surgen a partir de la figura de la mujer son: independiente, libre, autosuficiente, sexy. Se trata de una mujer dueña de si misma, que pretende un desarrollo de carrera y prioriza por su propio bienestar económico.
Si bien no en todos los casos hay una renuncia consciente a la maternidad, las mujeres depositan en los avances tecnológicos de las ciencias médicas la posibilidad de extender su ciclo de fertilidad, permitiéndose en el presente poner toda su energía en su profesión, en mantener un cuerpo atractivo y joven, en diagramar viajes de placer y en sus mascotas.
En cuanto al rol del hombre, se detecta que buscan parejas que puedan ser pares a la hora del desarrollo económico.
El motivo de unión de las parejas actuales es fundamentalmente la necesidad de afecto y contención. Además, aspiran compartir un sector de sus ingresos para obtener cierto bienestar en la sociedad de consumo. El compromiso con la pareja es “de tiempo presente” y la unión perdura mientras se aseguren un bienestar mutuo. De esta manera, la decisión de tener un hijo pasa a un plano de futuro ideal y  es reconocido como “el único compromiso para toda la vida”. De este modo, la figura de “hijo” pareciera estar sobrevaluada en relación a otros tiempos. El imaginario social actual es que el hijo consumiría el 100% de los ingresos y del tiempo.  Es decir,  con su llegada, hombres y mujeres actuales sienten que perderían la libertad, independencia y su bienestar económico.
Algunos encuestados plantean “no estar preparados” ni emocional ni económicamente para procrear. Por tanto, tener un hijo en estos tiempos demuestra ser una elección. Sin embargo, no se trata de una decisión sencilla. Las tendencias demuestran que en su mayoría, las parejas actuales renuncian o postergan la formación de una familia por priorizar sus propios desarrollos de carrera y los beneficios personales que obtienen por medio de diferentes bienes de consumo.
No los quiero aburrir con porcentajes que reflejan cada una de las actitudes que mencionamos hasta ahora, pero si quieren pueden consultarlos en nuestro blog. Pero nos gustaría saber su opinión sobre este nuevo modelo de mujer que encara la vida, en todas sus circunstancias, de una forma tan diferente.
Natalia Peroni

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