martes, 26 de marzo de 2013

Nunca he pintado una gorda en mi vida


Hoy me gustaría compartir con ustedes la idea de que lo obvio no siempre es lo que parece… ¿o si?
Fernando Botero es un pintor, escultor y dibujante colombiano. Según la definición de Wikipedia, la cual comparto: “Icono universal del arte”.
“La obra de su autoría lleva impreso un original estilo figurativo neo renacentista contemporáneo, denominado por algunos como "Boterismo", el cual le da una identidad inconfundible y conmovedora a las mismas, y se caracteriza por la interpretación que da el artista a diversas temáticas universales con una volumetría exaltada, que impregna de un especial carácter tridimensional, así como de fuerza y sensualidad a la obra, junto a una concepción anatómica particular.”
Justamente esta inmensidad en la figura es donde me quiero detener. A simple vista tanto las esculturas como las pinturas maravillosas de Botero dan cuenta de mujeres y hombres gordos. “Las gordas de Botero” es una expresión comúnmente utilizada. También los niños y los animales aparecen como regordetes o redondos. En una entrevista realizada por el sitio de internet ABC.es, el pintor colombiano Fernando Botero, dice "no he pintado una gorda en mi vida", y que lo que ha hecho es tratar de dar al volumen "un protagonismo muy grande". La exaltación de lo inmenso, de lo monumental. Son figuras enormes que dan una sensación de sensualidad y belleza.
El arte es básicamente la expresión de una idea. Lo que vemos, lo que aparece ante nuestros ojos puede tener un correlato inmediato con esa idea… o no. En muchos casos aquella idea que subyace en la obra del artista se nos hace presente fácilmente, sin tener que buscar mucho tiempo, ni tener que ahondar o escarbar en algún pequeño rincón de nuestra mente para ver qué aparece. En otros, creemos entender rápidamente: 2 + 2 es 4. Botero pinta gordas. Pero como dice él en cuanta oportunidad se le presente que él no pinta gordos pero que la gente no le cree.
Ahora bien, dice José de la Colina en la publicación Letras Libres: “Botero se retuerce, se defiende, se enfrenta a todo el mundo alegando que nunca ha pintado un solo gordo, una sola gorda, ninguna especie de gordura; que los personajes que posan y pesan en sus lienzos, son seres, digamos, normales, pero a los cuales la mirada calculadamente técnica del pintor, su voluntad de metier, los ha hecho pasar por un pensamiento volumétrico.”
La realidad es como también se ha dicho mucho por ahí, posiblemente la concepción estética que subyace a su pintura sea la exaltación del volumen y él realice esta exaltación con la libertad estética del artista.
Pero hay una pregunta que nos acerca José de la Colina. Él dice que en el arte si queremos tener una mínima seriedad, las cosas han de definirse por el punto de llegada, no el de partida. Dice: “Es decir que Botero parte de pintar volúmenes pero finalmente, quiera o no quiera, resulta pintando gordos.”
Entonces amigos oyentes, tiro la pregunta al aire y los interpelo, Botero, ¿pinta o no pinta gordos?
Vicky Detry

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