Así
se llama el libro de Sergio Sinay que estoy leyendo y que me gustaría
recomendarles hoy, no solo porque comparto su modo de pensar sobre la importancia
esencial y fundante de las palabras en la vida de los seres humanos, sino
también por la belleza con que el autor expresa sus opiniones y fundamentos.
Dice
Sinay: “Cada palabra me parece un milagro. Es un milagro que hablemos. Es aún
más milagroso que escribamos. Y que seamos capaces de leer, de tomar un texto y
reinventarlo en nuestra mente y en nuestro corazón o de ver, incluso, más allá
del horizonte de ese texto gracias a lo que este contiene”.
Y
continúa: “Cuando las actitudes y los actos depredadores, egoístas, criminales
e inmorales de nuestra especie, la humana, amenazan hundirme en el
descreimiento y la desesperanza, alguien dice algo, alguien escribe algo o leo
algo que me recuerda la maravilla de la que somos creadores y portadores: la
palabra”.
“Si
hemos sido capaces de crearla, hay una razón para que permanezcamos aquí, para
que nos empeñemos, a pesar de nosotros mismos, en encontrar y honrar el sentido
de esa presencia”.
Sergio
Sinay confiesa con pasión su amor por las palabras, y nosotras, desde este
espacio de radio donde cada día nos encontramos con ustedes, nos sumamos a esa
efusiva declaración de amor.
Porque
gracias a las palabras hemos podido crear este vínculo con ustedes, nuestros
oyentes. Un vínculo impresionantemente significativo que nació en mayo del año
pasado, cuando estrenamos “De buenas a primeras”, y se fue afianzando con el
correr de los meses hasta llegar a profundidades conmovedoras.
A
través de las palabras fuimos conociendo sus pensamientos, sentimientos,
preocupaciones y alegrías cotidianas. Compartimos reflexiones, intercambiamos
experiencias, entablamos diálogos que nos enriquecieron y dejaron una huella
imborrable en nuestras almas.
Tanto
nos entusiasmaron las palabras que iban y venían entre ustedes y nosotros que
organizamos unos talleres, basados en los temas que más los habían convocado.
Los talleres transcurrieron siempre en medio de un clima festivo, marcado por
el placer del encuentro, que nos abría la posibilidad de conocer los rostros
detrás de las voces y de los mensajes.
Compartimos
emociones que creíamos escondidas y hasta olvidadas. Nos animamos a abrir el
juego de las palabras y ellas nos llevaron sabiamente hacia la creación de
nuevos sentidos, como suele suceder cuando se les da la bienvenida y se las
trata con el respeto que merecen.
Ustedes
nos ayudaron a honrar las palabras ofreciéndonos las suyas a cada paso. Por eso
seguimos, con tanto gozo y tanta esperanza, conduciendo este microprograma
donde les proponemos continuar entrelazando nuestras palabras para generar
nuevos encuentros.
Vuelvo
a citar a Sergio Sinay en su libro “La palabra al desnudo”: “En la construcción
de la confianza, en el ejercicio de la responsabilidad, en el cimiento de
nuestras relaciones con el otro y con el mundo, en la gestación del amor, está
la palabra”.
Siempre
nos interesan sus palabras. Queremos saber qué piensan sobre ellas. ¿Qué lugar
ocupan las palabras en sus vidas, en sus historias? ¿Recuerdan situaciones
donde les hayan faltado o sobrado las palabras?
Clarina Pertiné
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