lunes, 22 de octubre de 2012

La espera


Hoy les propongo que hablemos de la espera. El autor Eckart Tolle es consejero y maestro espiritual y autor de varios libros. Uno de ellos se llama “El poder del ahora. Un camino hacia la realización espiritual.” En él habla de la espera y nos acerca una concepción diferente de la que estamos habituados. Él habla del significado esotérico de la espera.
Nos dice que el estado de presencia, en un sentido podría compararse con esperar. Dice que no es el tipo de espera habitual aburrido o inquieto que es una negación del presente. No es esperar poniendo la atención en algún punto del futuro y donde el presente es percibido como un obstáculo indeseable que le impide tener a uno lo que uno quiere. Como si esperar fuera una “actividad” entre comillas sin acción, un tiempo vacío de pérdida y fútil.
Al contrario él dice que hay un tipo de espera cualitativamente diferente que requiere alerta total. Dice que hay algunas situaciones en  donde si uno no está completamente despierto pero totalmente quieto se lo perderá. En ese estado toda la atención está en el Ahora. No hay tensión sino presencia alerta.
“Sean como un sirviente que espera el regreso del amo” dice Jesús. Alertas, serenos, quieto, sin perdernos su llegada. En otra parábola Jesus habla de las cinco mujeres descuidadas (inconscientes) que no tienen suficiente aceite (conciencia) para mantener sus lámparas encendidas, para mantenerse presentes y por ello se pierden la llegada del novio (el ahora) y no llegan a la fiesta de bodas.
Continúa diciendo que los maestros Zen utilizan la palabra satori para describir un relámpago de comprensión, un momento de no-mente, y de presencia total. Para ser consciente de las cosas dice que uno tiene que dejar su equipaje personal de problemas, de pasado y de futuro. Para ser consciente de las cosas la mente debe estar quieta.
Mientras estamos en un estado de intensa presencia estamos libres de pensamiento. Estamos quietos pero totalmente alertas. Cuando el pensamiento reaparece la quietud se pierde.
Dice que para estar presente en la vida diaria ayuda mucho estar firmemente arraigados en nuestro interior sino de otro modo la mente , que tiene una inercia increíble, nos arrastrará como un río salvaje.
 Y nos da un pequeño ejercicio: Cierre los ojos y dígase a si mismo: “me pregunto cuál va a ser mi próximo pensamiento?” Luego póngase alerta y espere por el próximo pensamiento. Comportese como un gato observando la guarida de un ratón. ¿Qué pensamiento va a salir de la guarida del ratón? Intentenlo.
Y ¿esperaron al ratón amigos?
Vicky Detry

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