Hoy me gustaría compartir
con ustedes algunas reflexiones que figuran en un libro llamado “Habilidades
para la vida”. Se trata de un manual que describe las habilidades sociales y
brinda pautas para aprenderlas y enseñarlas.
El manual trabaja a partir
de los contenidos de una iniciativa internacional formulada en 1993 por la Organización
Mundial de la Salud, a la que se denominó “Habilidades para la vida”.
Estas habilidades
constituyen diez destrezas psicosociales para promover en el ámbito escolar y
ayudar a los niños y a los jóvenes a desempeñarse de manera más competente
frente a los retos del mundo moderno.
Lo novedoso de la
iniciativa presentada por la Organización Mundial de la Salud fue el modo de
agrupar las habilidades y proponer que se les abriera un espacio en la
educación formal, junto a los otros aprendizajes que tradicionalmente ofrece la
escuela.
Las diez habilidades se
pudieron establecer gracias a las conclusiones de un grupo de profesionales que
durante más de veinte años estuvieron aplicando programas y haciendo
investigaciones al respecto. El resultado es una propuesta sólida, coherente y
atractiva, que tiene la flexibilidad suficiente para adaptarse a distintos
contextos sociales, culturales y económicos.
Este manual pretende ser un
apoyo para las personas que facilitan programas educativos con un enfoque en
las habilidades para la vida.
Se piensa en cualquier
persona que cumpla un rol docente: en la escuela, en grupos de tiempo libre, en
la calle con niños y personas jóvenes, adultas o de la tercera edad, en
sesiones de desarrollo de personal de empresas y organizaciones, como líderes
de equipos de trabajo, entre otras.
Las diez habilidades para
la vida son:
AUTOCONOCIMIENTO: Es esencial para conocer mejor nuestro ser,
nuestra personalidad, con sus fortalezas
y vulnerabilidades; las oportunidades que se nos presentan; las actitudes que
nos caracterizan; nuestros valores, gustos y disgustos. Conocerse también
implica construir sentidos acerca de nosotros mismos, de las demás personas y
del mundo en que vivimos.
EMPATÍA:
Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro para comprenderlo mejor y
responder en forma solidaria, de acuerdo con las circunstancias.
COMUNICACIÓN ASERTIVA: A través de este tipo de comunicación es posible
expresar lo que uno siente, piensa o necesita con claridad y en forma apropiada
al contexto y a la cultura.
RELACIONES INTERPERSONALES: Mediante ellas se puede establecer y conservar
relaciones interpersonales significativas, como también ser capaz de terminar
aquellas que impiden el crecimiento personal.
TOMA DE DECISIONES: Para llegar a la toma de decisiones es
fundamental evaluar distintas alternativas, teniendo en cuenta las necesidades,
los criterios y las consecuencias de
cada decisión, no sólo en la propia vida sino también en la de los demás.
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y CONFLICTOS: Supone saber manejar los problemas y conflictos
de la vida diaria de forma flexible y creativa, identificando en ellos las oportunidades
de cambio y de crecimiento personal y social.
PENSAMIENTO CREATIVO: Sirve para que las emociones, los sentimientos,
la intuición, las fantasías y los instintos les permitan a las personas ver las
cosas desde perspectivas diferentes, que favorezcan las posibilidades de
inventar, crear y emprender con originalidad.
PENSAMIENTO CRÍTICO: La persona que posee un pensamiento crítico es capaz
de llegar a conclusiones propias sobre la realidad. Se pregunta, investiga y no
acepta las cosas en forma crédula o ingenua.
MANEJO DE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS: Se propone aprender a navegar en el mundo de las
emociones y los sentimientos, logrando una mayor sintonía con el propio
universo afectivo y con el de los demás. Esto enriquece la vida personal y las
relaciones interpersonales.
MANEJO DE TENSIONES Y ESTRÉS: Ayuda a identificar oportunamente las fuentes de
tensión y estrés en la vida cotidiana, a saber reconocer sus distintas
manifestaciones y a encontrar modos de eliminarlas o contrarrestarlas de forma
saludable.
Cada habilidad es analizada
y desarrollada en profundidad, y se brindan herramientas o recursos para su
adquisición. También se recomienda un abundante material de lectura (casi todo
de Internet), así como también libros, películas y poemas.
Desde este espacio de radio
compartimos y celebramos las iniciativas que tienden a encarar la educación y
el desarrollo de los chicos poniendo el foco en estas habilidades, que forman
parte de la inteligencia emocional.
Sabemos que las habilidades
sociales se pueden despertar, incentivar, aprender y enseñar.
Y ustedes ¿qué opinan al
respecto? ¿Consideran que han podido desarrollar sus habilidades sociales?
¿Cuáles de ellas creen que ya tienen incorporadas y cuáles constituyen deudas
pendientes?
Natalia Peroni
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