Walter
Riso es psicólogo y autor de “El arte de ser flexible”, uno de los muchos
libros que ha publicado.
Hoy
me gustaría compartir con ustedes algunas ideas que expresa en sus “Comentarios
finales” sobre la mente flexible y el funcionamiento óptimo.
El
autor ubica seis zonas básicas de flexibilidad mental, que son las siguientes:
Zona 1: Alejarse del dogmatismo; es decir,
de las creencias inamovibles y adoptar convicciones racionales y abiertas a la
crítica y a la revisión, sin caer en el “todo vale”. A esto lo llamamos: pensamiento crítico.
Zona 2:
Alejarse de
las actitudes de solemnidad y amargura, que implican tomarse demasiado en serio
a uno mismo, y adoptar el buen humor y la disposición a la risa como forma de
vida, sin caer en la estupidez risueña de la frivolidad. A esto lo llamamos: pensamiento lúdico.
Zona 3: Alejarse de la normatividad -entendida como aceptación ciega de las
normas- y adoptar una actitud inconformista inteligente y fundamentada (rebelde
con causa) evitando caer en la filosofía del “dejar hacer” o laisser faire, según la cual la norma es
vista como un tabú. A esto lo llamamos: pensamiento
inconformista.
Zona 4:
Alejarse de
toda forma de prejuicio y fanatismo y tratar de ser ecuánimes y justos en cada
acto de la vida, dejando a un lado la inferencia arbitraria y la mala costumbre
de catalogar a la gente. A esto lo llamamos: pensamiento imparcial o equilibrado.
Zona 5:
Alejarse de
la visión simplista del mundo (infantilismo o trivialidad) y adoptar una
actitud acorde con la complejidad cognitiva, o, si se quiere, una sencillez compleja (profunda pero no
oscura), que no se contenta con lo superficial pero tampoco pretende ser
insondable. A esto lo llamamos: pensamiento
complejo.
Zona 6:
Alejarse de
toda forma de autoritarismo y abuso del poder y adoptar una posición
democrática, pluralista y participativa, abierta al diálogo y a la diferencia.
A esto lo llamamos: pensamiento
pluralista.
Walter
Riso continúa diciendo que “la flexibilidad mental toma forma en la conjunción
de las seis zonas mencionadas, donde cada una de ellas completa a la otra, como
si se tratara de un mosaico móvil y dinámico. El pensamiento flexible fluye
cómodamente por todas las zonas tratando de evitar las polaridades inútiles,
absurdas o peligrosas para la salud personal o social”.
“El
poder del pensamiento flexible”, sostiene el autor, “radica en su tremenda
fuerza adaptativa y en su capacidad de autorregulación y crecimiento interno”.
“Mantener
fuera el dogmatismo, la solemnidad, la normatividad, el prejuicio, el simplismo
y el autoritarismo permite fortalecer sus opuestos.”
“Una
persona que ha desarrollado una actitud crítica, lúdica, rebelde, justa,
integradora y pluralista ha creado un estilo de vida abierto y altamente
saludable. No solo ella vivirá mejor, sino que contribuirá al bienestar de su
comunidad: una mente flexible genera menos estrés, más felicidad y menos
violencia”.
“Siguiendo
a Nietzsche”, finaliza Walter Riso, la mente flexible se identifica con ‘Querer
llegar a ser lo que somos, seres humanos nuevos, únicos, incomparables, que se
dan a sí mismos leyes, que se crean a sí mismos’””.
¿Ustedes qué piensan sobre
lo que dice el autor? ¿Se han sentido oprimidos alguna vez por la rigidez
mental de alguien cercano o lejano? ¿O liberados gracias a alguien con
mentalidad flexible que encontraron en su camino cuando lo necesitaban?Clarina Pertiné
...“Siguiendo a Nietzsche”, finaliza Walter Riso, la mente flexible se identifica con ‘Querer llegar a ser lo que somos, seres humanos nuevos, únicos, incomparables, que se dan a sí mismos leyes, que se crean a sí mismos’”...
ResponderEliminarme encantó Clarina, lo blando venciendo a lo duro.
Besitos.