domingo, 25 de agosto de 2013

Por qué amamos

Hoy les propongo que hablemos sobre por qué amamos. Helen Fisher es investigadora del Departamento de Antropología de la Universidad de Rutgers, EE.UU. Ha conducido un extenso estudio sobre la evolución, la expresión y la ciencia del amor.
Ante la pregunta sobre por qué nos gusta una persona en concreto entre todas las demás la autora responde que nadie sabe la respuesta. Se sabe que  interviene un componente cultural muy importante pero el momento también es muy importante: hay que estar dispuesto a enamorarse. La gente tiende a enamorarse de alguien que tiene alrededor, próxima; nos enamoramos de personas que resultan misteriosas, que no se conocen bien.
Ella estudió la diferencia entre cómo se enamoran las mujeres y cómo se enamoran los hombres. Dice que en los hombres descubrieron una mayor actividad en una pequeña región cerebral asociada con la integración de los estímulos visuales. Lo cual ella dice que tiene sentido ya que durante millones de años, el hombre ha tenido que mirar bien a la mujer y tomarle la medida para ver si ella le daría un niño saludable.
En su estudio también encontró algo en las mujeres que le llamó mucho la atención continúa la autora, descubrió en ellas una mayor actividad en unas tres áreas diferentes, asociadas con la memoria y la rememoración, no simplemente con la capacidad de recordar. Dice que al principio no lo entendó, pero luego pensó que, durante millones de años, una mujer no podía mirar a un hombre y saber si podía ser un buen padre y un buen marido. Para saberlo, tenía que recordar. Tenía que recordar lo que había dicho o hecho, cómo se había comportado con anterioridad.
Cuando le preguntan qué le sucede al cerebro de los mamíferos cuando están realmente locos de amor. Ella dice que se encontró actividad en muchas partes del cerebro, pero las dos cosas más importantes fueron la actividad en una pequeñísima fábrica que hay cerca de la base del cerebro, llamada el área ventral tegmental. Y lo que hace esa fábrica es producir dopamina, un estimulante natural: un estimulante que proporciona sensaciones de plenitud, euforia y cambios de humor.

La Dra Fisher dice que cada vez que producimos un pensamiento, o tenemos una motivación, o experimentamos una emoción, siempre se trata de química, sin embargo, no todo se reduce a eso, podemos conocer toda la química que hay detrás del amor romántico –todavía no la conocemos toda, pero estamos empezando a conocerla en parte- y todavía ser capaces de captar toda su enorme magia.
Por otra parte dice que el impulso sexual es diferente del amor romántico y es diferente del afecto. Comenta que evolucionaron de manera diferente. . El impulso sexual evolucionó para que saliéramos a buscar a nuestras parejas. El amor romántico por otra parte es lo que ella llama el impulso verdadero, porque emana del cerebro primitivo y es más fuerte que el impulso sexual.
Ella dice que “Cuando estamos locamente enamorados, queremos irnos a la cama con nuestra pareja, pero lo que realmente queremos es que nos llame por teléfono, que nos invite a cenar, etc. Se crea una unión emocional.”
Una de las características principales del amor romántico es el deseo de contacto sexual… y de exclusividad sexual, cuando nos enamoramos pasamos a ser realmente posesivos. Dice que en la comunidad científica lo llaman “vigilancia de la pareja”. Lleva consigo una gran felicidad y una gran tristeza. Cuando se nos rechaza estando enamorados se  produce una tristeza enorme.

Y ustedes queridos oyentes, después de tanta explicación científica ¿por qué aman?
Vicky Detry

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