viernes, 28 de junio de 2013

El humor es cosa seria

¿Pensaron alguna vez en la risa o en el humor? ¿Saben que los seres humanos somos los únicos seres vivientes que podemos disfrutar de un chiste, reírnos a carcajadas o hacer uso de la ironía?. El humor es cosa seria, sobre todo para algunos intelectuales que se ocuparon de teorizar sobre este tema. Veamos qué nos dicen estos autores que seleccionamos para reflexionar juntos.
Max Eastman (1883/1969) nació en USA, cursó estudios de filosofía y sicología y fue un escritor y poeta. En una de sus obras Enjoyment of Laughter (“El goce o deleite de la risa”) enuncia 4 leyes que juzga fundamentales para precisar el concepto del humor.
1)   Las cosas solo pueden ser graciosas si estamos en la disposición de ánimo propicia a divertirnos o a no interpretar todo con absoluta seriedad
2)   Cuando estamos en esa disposición de ánimo las cosas agradables continúan siendo agradables y las desagradables, excepto las muy extremas, tienden a adquirir una repercusión emocional placentera, y a provocar la risa
3)   El estado propicio a divertirnos es una condición natural en la infancia, condición que los adultos retienen en distintos grados cuando gozan de cosas desagradables que hallan divertidas, lo que constituye la cuarta ley.
Eastman, por otra parte, se oponía a los conceptos que sobre el humor y la risa sostenían Bergson (ganador del Premio Nobel de Literatura en 1927 y escritor muy influyente por esa época) y Freud de los cuales hablaremos a continuación.
Henri Bergson (filósofo francés 1859-1941) en 1900 escribió “La risa”, que contiene 3 observaciones fundamentales para la consideración del tema: 1) “Fuera de lo que es propiamente humano, no hay nada cómico”. 2) “No hay mayor enemigo de la risa que la emoción. La risa, para producir todo su efecto, exige como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura”. 3) “Nuestra risa es siempre la risa de un grupo. La risa debe tener una significación social.”
5 años después del escrito de Bergson, aparece  la obra de Freud, “El chiste y su relación con el inconsciente”. En el capítulo 2 de esta obra, Freud clasifica a los chistes en verbales, los que en general de apoyan en el juego de palabras, e intelectuales, los que lo hacen en el juego con ideas Más adelante dice que los chistes también se diferencian de acuerdo con el propósito que los animan, si son chistes inocentes o tendenciosos. Pero lo central de su exposición viene de la mano de su explicación sobre por qué los chistes causan placer. Sobre la base del análisis de los distintos tipos de chistes, y de la razón de enunciarlos, indica que el placer proviene del ahorro del gasto psíquico que habría que ejercer para satisfacer el propósito de un chiste tendencioso, o el ahorro del gasto de coerción que el chiste libera.
Por último y en relación al fenómeno de la risa, Schopenahuer (filósofo alemán 1788-1860) comienza por dividir los dos tipos de conocimiento y advierte que el objeto percibido (o la percepción del objeto) y el concepto abstracto que lo refleja no siempre se corresponden. Y de esta discordancia resulta el fenómeno de la risa, que es peculiar de la naturaleza humana. Según esta teoría, el origen de lo cómico es siempre la paradójica e inesperada inclusión de un objeto bajo un concepto que, en otros sentidos, le es heterogéneo. Es como una abrupta aprehensión de una incongruencia entre el concepto y el objeto real pensado a través de el y por lo tanto entre lo que es abstracto y lo que es perceptivo.

Luego de este recorrido incompleto sobre la opinión de estos ilustres escritores, filósofos y psicoanalistas sobre la risa y el humor, coincidirán conmigo que, como dijimos al comienzo, el humor es cosa seria. Y reírse a carcajadas es lo mejor que nos puede pasar en la vida.
Natalia Peroni

No hay comentarios:

Publicar un comentario