martes, 14 de mayo de 2013

Una reflexión sobre la autoayuda


Hoy les propongo que reflexionemos sobre la autoayuda.
La definición que nos ofrece el Free Dictionary en internet dice: “Ayuda que una persona se presta a sí misma, basada en técnicas de psicología efectiva y superación personal, para controlar la ansiedad, recuperar la autoestima, desarrollar la personalidad, lograr el éxito profesional, etc.”
Debo reconocer que el concepto de autoayuda siempre me produjo un pequeño escozor en el estómago, una cierta desconfianza. Asociaba la autoayuda con frases tales como “Tú puedes”, “Cree en ti mismo y lo lograrás.” Me sonaban a recetas prefabricadas. Frases publicitarias para vender libros vacíos de contenido.
Hace poco leí una entrevista que le realizaron al Lic. Gabriel Rolón sobre este tema. El dice: “Descreo totalmente de eso que se llama autoayuda. Si algo ha venido a descubrir el psicoanálisis es la existencia del inconsciente, lo que hace que debamos reconocer que siempre estamos atravesados por algunas ambivalencias, que queremos y no queremos la misma cosa. Plantear la idea de autoayuda es pensar que esto no existe, que alguien tiene solamente un “yo” que puede tomar una decisión consciente y llevarla adelante sólo a fuerza de voluntad.”
En este punto podríamos estar de acuerdo. Si pensamos, por ejemplo, en una persona que no tiene trabajo y le decimos que sólo con su fuerza de voluntad lo va a conseguir. Es claro que hay cosas que no dependen sólo de la voluntad.
Ahora bien, el concepto mismo de autoayuda parece un contrasentido. Auto - ayuda sería una ayuda que uno se imparte a sí mismo pero la realidad es que es una ayuda que viene desde afuera de uno mismo. A través de una historia de superación que leemos en algún libro o de una charla que escuchamos o de una técnica que alguien nos trasmite. En definitiva es creer en que algo o alguien nos va a dar una solución para un problema que tenemos.
Aquí es donde empecé a entender que la autoayuda se relaciona con la fe. Entonces busqué la definición de fe: “Creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón”  Pero también “Confianza en el éxito de alguien o algo”, “Testimonio, aseveración de que una cosa es cierta”, “Promesa”.
Miles y miles de personas leen libros de autoayuda. Existen millones de publicaciones sobre el tema. Personas de los más diferentes estratos sociales las consumen y de las más diversas ideologías. Tanto personalidades de renombre como el simple hijo del vecino pregonan teorías diversas basadas en este concepto. Pero, sería poco serio, queridos oyentes, que yo en este punto les dijera “tantantantan, millones de moscas no pueden estar equivocadas.”
Entonces vuelvo a la fe. Concuerdo con la teoría del Lic. Rolón y digo “La voluntad no mueve montañas”. Pero la fe si las mueve. O por lo menos eso es lo que creemos la mayoría de los seres humanos. Y entonces salimos desesperados a comprar esas teorías que nos venden personas en las cuales creemos, o, en las que queremos creer. No importa.
Necesitamos recetas y técnicas que nos den soluciones, que nos calmen la angustia, que nos resuelvan nuestros problemas. Pero, fundamentalmente,  necesitamos tener fe en que esa autoayuda nos va a dar la solución, nos va a calmar la angustia y a resolver nuestros problemas. Es una promesa de superación. Tener fe en que lo que viene, va a ser mejor.
Y ustedes qué opinan queridos oyentes ¿los ayuda la autoayuda?
Vicky Detry 

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