Hoy
les propongo que hablemos sobre el amor cuando duele.
“Un amor no correspondido es un sentimiento humano exacerbado y
obsesivo de amor romántico,
pseudo-sexual de un sujeto hacia otro y que no es recíproco, aun cuando esa
reciprocidad sea profundamente deseada de parte del sujeto que anhela la
correspondencia. En casos muy extremos pueden llegar a desarrollar enfermedades
psicomáticas autodestructivas.
Esto puede desencadenar sentimientos tales como la depresión, ansiedad, y cambios bruscos de humor entre depresión y euforia.” Esta es la definición ascética y pulcra que nos ofrece Wikipedia de
aquello que hace que se nos desorbite el cuerpo cuando nos pasa: el amor no
correspondido.
No importa la edad, ni la raza, ni la religión. Cuando al
que queremos no nos quiere la vida se torna inhabitable, seca. Pareciera que ya
nada tiene sentido. Se han realizado muchos estudios científicos para tratar de
encontrarle una cura a esta aflicción que muchas veces supera ampliamente la
mera dolencia emocional para pasar a un padecimiento real, físico. Pero aún no
se ha encontrado un método eficaz y se descree del que dice tenerlo. A un
doctor en Córdoba estuvieron a punto de sacarle la licencia porque decía que
podía curar el mal de amores.
El escritor Jorge Fernández Díaz dice a través de un
personaje de su maravilloso libro “Corazones Desatados” un texto que describe este pensamiento a la
perfección:
“Porque uno se siente desnudo, atormentado. El amor es una
celebración ¿vio? Pero sólo se puede celebrar de a dos. Cuando uno se entrega y
el otro se refugia, mamma mía, parece que te arrancan la carne con una tenaza.”
Como se dice habitualmente, desde que el mundo es mundo que
las personas sufrimos por amor. Las mejores y más reconocidas poesías son
letras de emociones doloridas. “Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón
sus nidos a colgar” Becquer
“Es tarde. Sin embargo yo daría, todos los juramentos y las lluvias, las paredes con insultos y mimos, las ventanas de invierno, el mar a veces, por no tener tu corazón en mí, tu corazón inevitable y doloroso en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.” Benedetti
“Me darás lo más
dulce y más amargo:
una breve alegría, un llanto largo...
sé que voy al dolor. Inútilmente.” Prilutzky Farny
una breve alegría, un llanto largo...
sé que voy al dolor. Inútilmente.” Prilutzky Farny
“El verdadero
amor”, pensaba el hombre, más no alcanzaba a comprender su pensamiento. Y
nuevamente la punción le atravesaba el hueso y la viscosa sustancia inundaba su
cerebro. “Se le ha venido el mundo abajo”, murmuraban sin mayor emoción sus
allegados. “Quien no quiere sufrir no quiere amar.” Una sustancia viscosa se
deslizó hacia su garganta ceñida por la garra de la sangre.” Julio Llinás.
Hay un blog que se
llama “Mal de amores” y cuya autora firma simplemente como la Doctora Ivonne
que dice que creó ese blog sin imaginarse nunca que iba a tener tantos adeptos.
Dice “Aquí
sólo encontrarás inútiles remedios y bálsamos para esta angustiante enfermedad”
y después de dar una serie de recetas para sacarse este mal comenta: “No existen analgésicos para el dolor del corazón. A quien le llegue, lo único que le queda es
desmoronarse por un buen rato.”
Y aquí
los dejo amigos, con el aroma a poesía descarnada volándome en el aire.
Pensando en las veces que he leído estas poesías con el amor doliéndome en el
cuerpo.
Y
ustedes queridos oyentes ¿sufrieron de amor miles de veces? ¿les duele el amor
en este momento?
Vicky Detry
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