Hoy les
propongo que hablemos de irse pero seguir estando. Muchas veces uno se pregunta
qué es de las personas que se van del país, de qué manera viven. Sobretodos
aquellos que se mudan a vivir a países más desarrollados, con otras condiciones
económicas. Uno tiende a pensar que vienen de visita, traen regalos para la
parentela y se vuelven a seguir disfrutando de, por ejemplo, vivir sin
inflación!!Pero ¿Les pesa o no les pesa lo que pasa en Argentina?
Esta
semana me enteré de que existe una Fundación que se llama Sumando Manos. La
misma fue fundada en el 2005 por diez amigos argentinos que viven en Miami. Es la fundación del exterior que más
ayuda en argentina en forma exclusiva, destina el 100% de sus fondos a
proyectos en Argentina. Ninguno de sus miembros cobra
salario, a pesar de que a veces le dedican entre 5 y 10 horas semanales a la
fundación. Uno de sus miembros gano un
premio de la fundacion Help Argentina en el 2009 por su labor solidaria.
El gran
porcentaje del dinero que recaudan provee de donantes en Miami que creen en su
causa y los siguen desinteresadamente. Su objetivo es dar una mano a cientos de niños que la necesitan y extender la otra a todo aquel que desee
ayudar. Ellos dicen en su introducción: “tenemos el objetivo común, de seguir
llegando a las diferentes provincias para contribuir con sus comunidades, y
ayudar a sus niños y familias con los siguientes aspectos: educación,
alimentación, higiene, salud, vestimenta, recreación, infraestructura; y por
sobre todo, AFECTO.” Y continúan
diciendo: “Como dijo Maya Angelou (poetisa estadounidense): "Se podrán
olvidar de lo que dijiste y se podrán olvidar de lo que hiciste, pero nunca se
van a olvidar de lo que les hiciste sentir". Y de esto se trata nuestra
misión, de hacerle sentir a los chicos que son importantes y tienen una
oportunidad.”
Tienen programas de
ayuda en Miami como por ejemplo “Cene en los mejores restaurantes argentinos y
ayude a un niño” o arman torneos de Papi fútbol o de truco para recaudar
fondos. Al día de hoy están ayudando a más de 5.100
niños y sus comunidades en 14 provincias diferentes, dando
apoyo a casi 60 escuelas,
comedores y hogares infantiles, localizados en zonas precarias de nuestro país.
En el sitio web de
Sumando Manos hay una carta que llamo mi atención. Está escrita por Celi y
Dani, dos argentinos que viven hace 7 años en Miami y que ayudan a la
fundación. Les leo una parte de la misma: “Comenzamos con algunas ideas para
este año, consultadas con el director del hogar. Una de ellas es enviarle un
desayuno sorpresa y una torta a cada niño el día de su cumpleaños. No siempre
las tortas son iguales ya que la idea es que el niño que cumple años pida la
torta que más le guste. Entendimos que, con este gesto, podíamos hacer al mismo
tiempo, la ayuda en dinero para la compra de la torta y llevar su nombre (tan
simple como eso, que la torta llevara su nombre!!) había alguien que pensaba en
él.” Y continúan diciendo “Es importante
que se sientan queridos, que alguien piensa en ellos y despertar en ellos la
autovaloración, que no son dignos de lástima, son dignos de nuestro aprecio y
respeto. El mismo día del cumpleaños lo llamamos para ver si llegaron las cosas
y como pasó su día. Nada diferente a lo que queremos para nosotros mismos.
También, de esta forma, para todo el que quiera ayudar, esto demuestra que la
ayuda no es solo en dinero, el compromiso puede estar en cualquier gesto que a
uno le sea grato hacer y que genere un compromiso mutuo. Lo que también es
importante que vean es lo maravilloso que es ayudar y que esta ayuda les haga
sonreír, y así, fomentar la solidaridad para que ellos también puedan dar
cuando tengan la oportunidad.” Y Celi y Dani terminan diciendo
“Probablemente alguno de estos niños puede
sentir que no tiene futuro, cuando en realidad, tiene una vida por delante.”
Oyentes queridos, hasta acá argentinos que se fueron pero
siguen estando. Y ustedes ¿suman sus manos?
Vicky Detry
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