martes, 15 de octubre de 2013

Pensar el año que naciste

Hoy te propongo un ejercicio que seguramente te va a disparar alguna reflexión interesante. Pensar el mundo del año que naciste. Que será un mundo de hace x cantidad de años y que, aunque aquella reflexión gardeliana según la cual “veinte años no es nada” sea discutible, te permitirá pensar si 30, 40 o sesenta y pico de años son algo. En principio son toda una vida, la tuya.
Yo pensé e investigué sobre qué pasaba en 1965, hace 48 años. Por ese entonces se daba por seguro que el mundo entraría irremediablemente en una tercera guerra mundial. Eran los momentos de la llamada guerra fría, aquella confrontación silenciosa con la que EEUU y la Unión Soviética disputaba sus intereses contrapuestos usando como escenario todo el planeta.
Los norteamericanos iniciaron la escalada en Vietman, que tuvo en el ´65 uno de los años pico en materia de envíos militares. El muro de Berlín, en Europa, era usado reservadamente para que la CIA y la KGB intercambiaran espías.
Al margen de la síntesis en la escalada de violencia mundial que representa este año, en otro orden de cosas el mundo ofrecía estrellas adoradas e idolatradas, como el rey Pelé con su legendario equipo, el Santos y aquellos jovencitos pelilargos de Liverpool que cambiaron el rumbo de la música joven, Los Beatles.
En Argentina, el campeonato de football era ganado por Boca Juniors. Eran los días en que los chicos y las chicas se deleitaban con “El club del clan”, un programa televisivo que proyectó a la fama a Palito Ortega y a Violeta Rivas, entre otros. Curtían una onda conocida como la de “la nueva ola”, mientras que entre los adultos comenzaba un fuerte acercamiento al folklore de la mano de dos conjuntos que dividían las preferencias de la gente, los Fronterizos y los Chalchaleros.
El cine nacional tenía un maestro indiscutido, Leopoldo Torre Nilson. Los hombres usaban trajes grises de tiro corto y solapas angostas. Las mujeres, inquietaban con vestidos ceñidos al cuerpo y con polleras ajustadas que ya se animaban a mostrar las rodillas en un anticipo de la revolucionaria minifalda, que aparecería tiempo después.
Ellos todavía usaban el cabello corto y entre ellas comenzaba a cobrar fuerza el peinado comúnmente conocido como “la permanente”.
En materia televisiva, el ´65 es uno de los años más fecundos en lo que respecta a la producción de series televisivas norteamericanas de gran éxito en todo el mundo como “El agente de Cipol”, “El túnel del tiempo”, “El fugitivo”. De esta ultima te cuento que el capítulo final se emitió en el ´68 y Buenos Aries quedo paralizada para verlo.
Pero en el 65, en Argentina, la televisión todavía no era un objeto de consumo masivo. Muchos sectores de la clase media aún no habían podido llegar a ella. Tal vez por eso la gente leía un poco más que ahora. Dos eran los autores que monopolizaban las preferencias del público, Julio Cortázar y Ernesto Sábato.
En nuestro país, gobernaba el radical Arturo Illia, electo en 1963 y los militares mantenías proscripto al peronismo. En diversas partes del mundo fueron surgiendo movimientos juveniles contestatarios de variadas tendencias y formas de expresión como el “hipismo”, movimientos de izquierda de los universitarios franceses y el “guevarismo” latinoamericano. Fue precisamente en aquel año cuando el Che Guevara abandonó su cargo público en el gobierno comunista cubano y pasó a la clandestinidad.
Allá por el ´65 aparecen también las primeras biromes, inventadas por el señor Biro, un húngaro que se había radicado en la Argentina y que de esa manera hizo que su creación fuera vinculada en el mundo con nuestro país.
Y tantas cosas más habrán pasado en 1965. Que no hacen al mundo ni mejor ni peor, solo diferente. Solo que a veces, las cosas malas de la actualidad tienen más prensa. Y tendemos a creer que todo tiempo pasado fue mejor. En este sentido, me parece un buen ejercicio pensar en las luces y sombras de otras épocas solo para permitirnos disfrutar plenamente nuestro presente.
Nos encantaría saber tus comentarios sobre el año de tu nacimiento!
Natalia Peroni

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